Shinya dice... [GureShin]

XIX

Este capítulo se lo dedico a ziggykira.

Aprovecho para aclarar que Mahiru aquí es mas grande que Shinya y Guren. Creo que se mencionó antes, pero no creo que haya quedado tan claro. Guren y Shinya tienen 20, Seishirou 22, Mahiru 25 y Kureto 27.

Me emocioné escribiendo.
Espero que les guste.

Mahiru estaba nerviosa. La veía intentar mantenerse firme, pero jugaba con el dobladillo de su blusa. Caminaba algo más lento de lo usual y estaba distraída. Al parecer la persona con quien se encontraría causaba todo esto. ¿Sería algún cliente importante? ¿Estaría en juego su lugar en la compañía familiar si no cerraba trato con esta persona?

Iban cruzando un parque enorme. Había pocas personas. Guren imaginaba que irían a encontrarse en alguno de los restaurantes que se encontraban del otro lado.

Su sorpresa fue enorme cuando la vio acercarse a alguien que estaba de espaldas. No estaba vestido como alguien que estuviera ahí para hacer negocios. De hecho, estaba vestido de manera vastante informal, jeans, una camiseta clara y tenis. Era un chico. Su ex le había pedido que la acompañara a verse con un chico.

—Espérame aquí —pidió ella.

Guren se quedó quieto. El extraño tendría más o menos su estatura, quizá incluso su edad. Su cabello era color plata. No estaba tan lejos, pero incluso cuando él se dio la vuelta, no pudo ver bien sus facciones. Tampoco lo intentó. Los vigilaba solo porque Mahiru estaba nerviosa. Hablaron por un momento antes de que ella se lanzara a sus brazos. La escuchó sollozar. El extraño lo dudó. Pasaron segundos larguísimos antes de que correspondiera su abrazo.

Bueno. Ahora que lo pensaba, ella nunca mencionó nada de negocios. Su error.

• • •

Shinya había llegado mucho antes al lugar donde se reuniría con Mahiru. Se había quedado mirando por un rato al cielo, mientras iba aclarándose. Goshi lo había acompañado, pero estaba esperándolo en una cafetería cerca del parque. Sabía que no le agradaba su hermana, pero no era la única razón por la que no lo acompañaba en el momento. Shinya no lo sabía, pero se debía al acompañante de Mahiru.

Pasó casi media hora hasta que escuchó movimiento tras de él. Reconoció los pasos de su hermana. La había conocido muy bien hasta su partida hace cinco años. No se dio la vuelta, estaba nervioso. No había podido dormir anoche. No estaba seguro de cómo saldrían las cosas con ella.

—Shinya —había algo en la voz de la chica que le hizo sentir culpable. Solo duró unos segundos, pues recordó todo lo que había dicho, todo lo que ella hizo para poner espacio entre ellos—. Shinya, ¿viniste solo?

Él se dio la vuelta para verla. Ella estaba asustada. No tenía idea de por qué, pero el brillo en sus ojos la delataba. Habían sido cercanos; incluso con cinco años sin verse, él la conocía.

Notó entonces la presencia de Guren. Era un extraño para él, no tenía la menor idea.

—Sí. Pensé que solo ibas a entregarme algo, no que sería un duelo o algo así —su broma salió más seca de lo esperado. Había querido relajarla un poco.

—Pensé que vendría tu madre —explicó. La mirada de la mujer peinó sus alrededores, parecía que ya no tenía miedo, pero seguía nerviosa—. Me había preparado mentalmente para...