XI

1.6K 277 91
                                    

Celular de Guren Ichinose

Chat – Shinya

Jueves 06 de julio del 2017

Shinya:
(02:27 p.m.) Vamos, mi amoooor~
(02:28 p.m.) ¡Ja! En línea.

Yo:
No me llames de esa manera. (09:47 p.m.)
Y tus mensajes son irrelevantes, no merecen ser la peor parte de mi día. (09:47 p.m.)
Estás en línea, ¿por qué no me pones atención? ¿No querías atención? (09:48 p.m.)
Tonto gatito (09:48 p.m.)

Visto a las 10:55 p.m.

• • •

Viernes 07 de julio del 2017

Yo:
¿Ya te moriste? (11: 34 a.m.)
Por fin... (11: 35 a.m.)
Era broma, ya vuelve. (12:40 p.m.)
Gatito (01:47 p.m.)
¡Gatito! (02:03 p.m.)
Estuviste en línea por menos de dos minutos y ni te dignaste a dejarme en visto, al menos. Qué gatito tan grosero... (02:05 p.m.)
Shinya... (06:39 p.m.)
Hey, ¿no que me amabas? (10:55 p.m.)
Bien, como sea (11:03 p.m.)

• • •

Sábado 08 de julio del 2017

Yo:
Shinya (08: 47 a.m.)
¿Está todo bien? (08:49 a.m.)

• • •

Los días que pasaron con Shinya "desaparecido" fueron los mismos que Guren pasó lo más alejado de su celular que pudo. Pensar en el gatito solo lo hacían preocuparse. Y no quería hacerlo. Preocuparse por Shinya solo significaba que le importaba. Y no le importaba.

¿Cómo podría importar un extraño? Uno que quizá era un niño de colegio. Uno que definitivamente no era adorable. No era lindo. No era interesante. No era quien lo mantenía al tanto de su celular. No.

Y, en definitiva, no lo hacía sentir nada. No estaba enamorado de un extraño de internet. No estaba sintiendo nada por él. Al menos, no algo que no sintiera ya por Mahiru o por alguno de sus amigos o conocidos.

La última vez que Shinya se marchó, lo hizo por una semana. Pero ya habían pasado dos esta vez, ¿y si algo le había pasado? ¿Y si le habían hecho algo? No. Quizá, si era un niñito, sus padres lo habrían castigado. Y se aferraría a esa idea irracional y que había nacido de la nada. Era mejor un niño castigado que un gatito herido.

Mejor dejaría de pensar que era un niño. La idea le hacía revolver el estómago. No podía pensar ni sentirse así por un menor. No era ético.

Aunque no sentía nada por él. Sería ridículo. ¿Verdad?

Gracias al cielo, sus pensamientos se vieron interrumpidos por alguien aporreando su puerta. Se levantó del sillón con una mueca. Cuando abrió, se encontró a Goshi, detrás de él, estaban Yuuki, Sayuri y Mito. Parecían absortos en su conversación a pesar de haber tocado la puerta de aquel modo.

Guren carraspeó.

—¡Guren! No pensamos que estuvieras aquí —dijo el chico acercándose para darle unas palmadas en el hombro.

Las chicas le sonrieron sutilmente, menos Mito, que estaban claramente molesta. La pelirroja tenía los brazos cruzados y los labios fruncidos. Debía disculparse por haberle ofendido la otra vez, cuando le recordó que estaba soltera aún sabiendo que acababa de salir de una tormentosa relación.

—¿En mi casa? —arqueó una ceja mientras se hacía a un lado, para dejarlos pasar—. ¿En dónde más podría estar?

—En las garras del diablo —sugirió Mito. Guren le gruñó y la chica, aunque seguía molesta, sonrió. Le gustaba hacerlo enojar—. O con tu verdugo, que es lo mismo.

—Mahiru no es el diablo —dijo el azabache. Los chicos pasaron y cerró la puerta tras ellos.

—Pero acepta usted que es su verdugo —comentó Sayuri. Era raro la manera tan formal en que le hablaba a Guren, pero todos estaban ya acostumbrados.

—Pues aquí huele como a azufre, además—dijo Goshi.

Iba a decir algo, pero se vio envuelto en los pequeños brazos de Sayuri. Luego los de Yuuki, cosa que le extrañaba. La pequeña pelinegra no solía ser nada expresiva, de hecho siempre llevaba un rostro inexpresivo. Quizá los meses que no se habían visto le habían hecho extrañarlo.

Mito solo lo vio y le mostró la lengua. Luego se fue junto a Goshi, quien se acababa de tirar en el sillón. El rubio le pasó un brazo por los hombros y Guren sintió que se estaba perdiendo de algo, pero no preguntaría.

Pasar el rato con ellos siempre era divertido. Guren logró distraerse y no pensar para nada en Mahiru, aunque si en Shinya. Un poco solamente.

Cayó la tarde. Mito tuvo la maravillosa idea de ir a cenar. Todos estuvieron de acuerdo, menos Guren. Igualmente fue arrastrado fuera de su casa, metido en el auto de Goshi y llevado a una extraña cafetería, que tenía una especie de aura de los '70s. Estaba casi vacío.

Cenaron entre risas. Bueno, Guren casi nunca reía. Paseaba su vista entre sus amigos, su comida y su celular.

Shinya no escribió.

• • •

Celular de Guren Ichinose

Chat – Mahiru

Sábado 22 de julio del 2017

Mahiru:
(11:27 p.m.) Estoy de camino a tu casa.

Visto a las 11:28 p.m.

Shinya dice... [GureShin]Where stories live. Discover now