El día sombrío y su sonrisa

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[Universo Alterno
Coffe Shop AU]

El estrés pronto lo iba a consumir. Su vida había tomado un rumbo tan aburrido, tan monótono, que la gracia de vivir parecía perdida mientras sentía que caía más profundo al vacío, obscuro y frío. Supone que era algo de esperarse, para alguien como él.

Pero no era algo que se notase a simple vista. Para cualquiera, Satoru Gojo en realidad estaba en el mejor momento de su vida disfrutándola al máximo con su personalidad tan extravagante e incluso, a veces, de desagradable. No es que estuviera engañando a todos con una máscara de felicidad y carisma, sino, más bien... Solo era así.

—Patético, en verdad muy patético. –Murmuró en un intento de regañarse y por fin avispar, porque no le gustaba para nada estar así.

No tenía mal pasar, si es que eso se preguntan.

Tenía un trabajo, algo molesto y agobiante, pero podía disfrutarlo porque Nanami estaba ahí y gastarle bromas era su hobby. Tenía un gran y cómodo departamento que quedaba en el octavo piso de algún edificio; subía de dos en dos las escaleras con sus largas piernas, no usaba el ascensor. Conocía a montón de gente la cual sabía que podía ir a tomarse un trago en confianza, por lo que no estaba solo. Si se lo replantea, su vida de aburrida no tenía casi nada.

Pero se sentía vacío. Le hacía falta algo, pero no sabía qué. Y por ello, por ese sentimiento que parecía no tener fin, sus días empezaron a tornarse grises, aburridos.

Tal vez, como le dice Shoko, solo está haciendo de vago, o malagradecido. Probablemente sea eso, sólo está perezoso.

O está ansioso por algo que cambie su vida.

*

*

*

Se sabía de memoria el camino de su departamento hacia su trabajo, de su trabajo hacia su departamento. Ya hasta podía ver en la acera sus pisadas de todas las veces, de lunes a sábado, que ha hecho el mismo recorrido. Tenía auto, pero sacarlo sólo para ir a trabajar era una molestia, porque no iba a ninguna otra parte.

Cuando llegó a la oficina se desparramó sobre la mesa soltando un quejido de lamento. Estaba cansado, demasiado. Empezar la semana siempre era así, ¡un lunes aburridoooo!

—Te ves más lamentable que otros días. –Nanami, que estaba a su lado ya empezando a trabajar, le miró de reojo e hizo el comentario.

—Ni te imaginas, Nanamin. Yo digo que sería bueno ya suicidarme.

El hombre a su lado frunció el ceño ante esas palabras, quedando en blanco por unos segundos. Carraspeó y le dio un sorbo a su café, tratando de no demostrar el susto que le dio Gojo por decir eso.

—Tal vez necesitas azúcar. –Sugirió, de la nada, y Satoru abrió los ojos sin dejar su posición, pero pronto volvió a lo mismo.

—¡Ahg! En la cafetería hay pura mierda cara y asquerosa. No quiero.

Kento le dio la razón, pero dio un suspiro por el vocabulario vulgar innecesario.

—Ve a la cafetería nueva –Dijo como si fuese una solución obvia, volviendo a teclear en el computador–. He ido un par de veces, hay postres muy buenos y el café también lo es. Aún es temprano, no te dirán nada si sales un rato.

Gojo juntó los labios e hizo un sonido de estar analizando esa opción. Si Nanami lo decía, algo de razón tendrá, ¿no?

—Bien. Igual no había desayunado –Se levantó de la silla y se dio un estirón–. Me cubres si Yaga llega antes.

GoYuu OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora