Detalles [NSFW]

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[Fem! Itadori Yuuji]

Satoru suspira del gusto, sin despegar siquiera por un segundo la mirada de la chica encima suyo. Yuuko retira su gakuran dejándolo caer al suelo, sin importarle realmente, y lleva ambas manos a los lados de su sudadera roja, empezando a subirla con lentitud. Gojo se limita a disfrutar de su espectáculo.

Finalmente, se lo quita, y su largo cabello rosado vuelve a caer por sus hombros con gracia. Su sudadera sufre el mismo destino que su gakuran, cayendo por alguna parte y se queda quieta, con un sonrojo cubriendo sus mejillas.

Gojo ya la había visto semi-desnuda antes, pero porque había sido de culpa de Sukuna cuando intercambiaban de lugar y rompía su uniforme con descaro. Por lo que prefiere pensar que era la primera vez que lo veía, y queda hipnotizado.

Yuuko estaba utilizando un sujetador deportivo azul marino, bastante normal, pero Gojo aun así piensa que es lo más sexy que ha visto en su vida.

Tiene a la chica de sus sueños -sí, incluyendo los húmedos- sentada sobre sus muslos, a horcajadas, en el sillón de aquel sótano que parecía más bien el escondite de ambos, dándole la maravilla de poder verla y tocarla.

Si Gojo Satoru tuviera que morir en estos instantes, lo haría con una enorme sonrisa, sin ningún arrepentimiento.

El busto de Yuuko es algo grande, sí, pero seguía siendo normal, un tamaño generoso. Su contextura es mesomorfa; se veía delgada a simple vista, pero podías notar sus músculos y lo trabajados que estaban, demostrando más su fuerza que parecía inhumana.

En el lado izquierdo de su pecho, ve la enorme y horrorosa cicatriz que había quedado después de que Sukuna arrancara su corazón y que por poco muriera. Y puede que esa sea unas de las razones de porqué está tan nerviosa, tal vez a Gojo-sensei no le guste que tenga eso.

Pero en realidad, a Gojo le daban igual esos detalles, no les interesan. Porque para él, Yuuko es hermosa sin importar cómo.

El albino con una mano tira hacia atrás de los hombros su cabello, dándole más libertad para poder ver su torso. Aprovechando, acerca su mano hacia su rostro para posarlo en su mejilla, e Itadori se apoya más afirmando el contacto, mirándolo con los ojos brillantes.

—Gojo-sensei…

Sus pupilas se dilatan y su voz tan tímida llamándolo retumba en su cabeza, y puede que su erección haya empeorado, apretando más en sus pantalones. Uy, esperaba que Yuuko no lo sintiera, aún.

Aleja su mano de su mejilla para poder poner ambas en su cintura, jugueteando con la tela de su sujetador.

—Yuuko, ¿podrías… Quitarte esto?

A pesar de que las ansias lo estaban comiendo vivo, se obligaba a hacer las cosas con calma, al ritmo que Itadori se sienta cómoda.

Y ella asiente, con seguridad. Aun acariciándola de la cintura, Yuuko toma el inicio de su sostén y lo pasa por sus brazos, sacándoselo de un tirón para no sentir tanta vergüenza. Sus pechos rebotan levemente, y Satoru cree que podría tener un derrame nasal.

Baja sus manos por su cuerpo contorneándolo, dejándolos por unos segundos en sus muslos aún cubiertos por sus shorts y sus leggings, y aprieta suavemente por simple gusto. Vuelve a subir, hasta quedar otra vez en su cintura.

Acerca su rostro hacia ella para empezar a besarla, y es correspondido casi al instante, sintiendo sus brazos rodeándole por los hombros. Sus lenguas se encuentran, y resuena con más fuerza el choque de sus labios por la habitación.

Se separan porque a Yuuko le hacía falta el aire, pero Gojo no pierde el tiempo y empieza a bajar sus labios por su cuello, repartiendo besos hasta llegar a su clavícula. Y sus manos dejan su cintura para poder agarrar sus senos, sin hacer demasiada fuerza.

GoYuu OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora