XXVIII. Un Poco De Calma

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La euforia del momento se sentía en el ambiente. Al caminar por el pasillo la adrenalina comenzó a apoderarse del cuerpo, hace tanto que Louis no se sentía así.

Subió al escenario y esperó para hacer su gran entrada.

La emoción de sus fans eran tan inmensa y Louis podía sentirla en cada fibra de su cuerpo. El concierto fue algo simplemente fenomenal.

En Italia eran las 10 cuando acabó el concierto, Harry se encontraba en su cama, entre algunos empleados lo habían que tenido que llevar a peso hasta la cama pues casi se caía de la silla en la que se había quedado dormido. Era un sueño tan profundo que ni se inmutó al cambio y tampoco lo despertó la tormenta de aquella noche.

Las vibras emitidas por el cuerpo de Louis al estar bajo aquel choque de emociones y la gran satisfacción de haber dado un gran show viajaron a través del lazo en deterioro y despertaron a Harry.

El alfa se levantó, encendió la luz de su mesa y empezó con los bocetos nuevos, sentía la energía chispiante correr por sus venas de una manera tan salvaje que en ocasiones no podía controlar el pulso y después de esa descarga de energía vino la calma y se quedó dormido sobre la mesa.

Por la mañana llegó Frida y sin preguntar nada se fue directo a la habitación de Harry, tocó un par de veces y al no haber respuesta entró. Encontró al alfa dormido sobre la mesa, vio los bocetos y era más que obvio que trabajó hasta tarde.

Le tocó suavemente la espalda y el alfa reaccionó, despertó de manera brusca y con una nula posibilidad de abrir sus ojos pues los rayos del sol eran tan fuertes.

-Buen día, Harry -dijo la fría alfa-. Te veo abajo para desayunar.

Harry asintió en medio de un bostezo.

La mujer salió de la habitación y se fue para las escaleras, a medio camino se topó a Camille sin tomarle importancia hasta que ella habló.

-Frida, buen día -saludó la omega deteniendo a la aludida.

-Buen día... -se quedó dudosa respecto al nombre de la omega pero era muy desinteresada como para preguntar.

-Soy Camille Rowe, la asistente que contrató Alessandro -respondió estirando su brazo para saludarle de mano.

-Ah, ya veo -se limitó a responder y correspondió al saludo -. ¿Vas a buscar a Harry?

La omega asintió ante la pregunta y Frida le sugirió no fuera porque el alfa se encontraba vistiendose para bajar al desayuno.

-Ah, vale, también subía a buscar unas cosas a mi habitación -respondió y Frida sólo alzó una ceja y siguió bajando.

Camille subió, era mentira que su habitación estaba arriba, pasó por la puerta de la habitación de Harry que estaba entreabierta y sin hacer ruido, muy quedito se adentró.

La puerta del baño en la habitación estaba medio abierta y el espejo del tocador reflejaba perfectamente el cuerpo desnudo del alfa y aquella omega se había encontrado con ese reflejo y se embelezó viendo hasta que Harry cerró la regadera, la omega se alertó y salió.

"Harry Styles es bastante guapo con traje... Pero sin él es un completo bombón" -pensó la omega al salir.

El desayuno lo pasaron juntos, Louis y su familia, hace tiempo que no estaba con ellos y en especial con su cachorro que le reconfortaba el alma.

Luego de estar toda la mañana en casa de su madre se quedó dormido en la sala mientras esperaba a que su hermana se arreglara para llevarla a una entrevista de trabajo.

-Mamá -susurró Fizzy-. Louis está dormido, ¿podrías llevarme tú?

-Yo te llevo -ofreció Danielle.

-¿En serio? -cuestionó fascinada.

-¡Claro! ¡Vamos! Así evitas llegar tarde.

Danielle era una chica muy amable. Tenía una amabilidad genuina, no de esas que hacen las cosas por conveniencia o a cambio de algo y era imposible no hablar con ella pues era muy simpática y agradable.

Fizzy llegó a tiempo a su entrevista y Danielle tuvo tiempo de pasar a la casa por ropa porque estaba segura de que Louis planeaba quedarse en casa de su madre y estaba bien, ella no tenía problema con eso.

-No pude evitar ver los bocetos en tu mesa, Harry, han quedado bastante bien -comentó la alfa antes de darle un último trago a su café.

-Gracias, Frida, tuve un golpe de energía en plena madrugada y eso es lo que ha pasado -respondió Harry y después se limpió las comisuras de sus labios con la fina servilleta mientras que Camille solo observaba.

-Me alegra que hayas podido trabajar, Alessandro me platicó por lo que estabas pasando y esto ha sido un avance así que si quieres descansar el resto del día lo entenderé -Frida se levantó de la mesa-. Con permiso.

-Propio -respondió Harry.

Frida se había retirado dejando solos a Harry y Camille en el comedor.

El alfa aún no terminaba su fruta pero ya sentía su estómago satisfecho y a parte las miradas que Camille le daba le quitaban las ganas de seguir en esa habitación así que la volteó a ver y la sorprendió viéndolo, ella se sonrió y él, con una amabilidad incómoda, le devolvió la sonrisa y se retiró.

El día continuó tranquilo, fue una tarde relajada para ambos.

Louis entró a la cocina donde su madre se encontraba hablando por teléfono. El omega se sentó y esperó a que su madre corlgara.

-¿Quién era, mami? -preguntó cual niño pequeño.

-Anne, quiere ver a Freddie -dijo ella.

-Bien, entonces mañana nos vamos a Holmes Chapel, estamos un par de días y después nos vamos a la granja familiar, tengo dos semanas libres y quiero escapar de la molesta monotonía urbana.

Jhoanna sonrió.

-Claro, cariño.




















Bueno mis lectores, donde vivo son las 11 así que aun es 14 de febrero por lo que aquí les dejo un especial de San Valentín mientras festejamos el amor y la amistad pero no es por hacer spoiler pero estos capítulos no tienen mucho amor, pero no sé preocupen, pronto Louis abrirá los ojos y todo volverá a ser mejor. Disfruteen
Los amo.

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