IV

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Querido tú:

Si estás leyendo esta carta es porque eres realmente importante para mí.
Quizá no tienes idea de cuánto, porque no se me da bien expresar mis sentimientos en voz alta; esa es la razón por la que prefiero escribirlos.

Es la explicación a lo absurdo que te parece el hecho de que escriba historias de romance, cursis y empalagosas, y me sonroje de pies a cabeza cuando me dices que te gusto. O que me ría nerviosa cuando dices algo tan bonito que mi cerebro se divide entre buscar una respuesta que llegue a su altura, y tratar de recordarlo todo para recrearlo después y escribirlo en una de mis historias. (Lo siento, te juro que solo he copiado unas pocas líneas). 

Esta carta la escribo antes de conocerte, así que no te imaginas en serio cuán maravillosa es para mí tu existencia si he decidido mostrarla.

Aún no decido si estar presente mientras la lees, pero, si es así, por favor sonríeme para saber por dónde vas y evitar que mis nervios me coman viva. Y si no estoy presente, llámame.

Quiero escuchar tu respuesta cuando leas que te quiero. Tanto, que me pongo nerviosa solo de imaginar cuánto, porque siempre me ha dado miedo ser vulnerable y demostrarlo. Me da miedo la fuerza del sentimiento, me da miedo perder el control de mis emociones, de mis pensamientos, de mí.
Me da miedo ser cursi y parecer patética, me da miedo que más tarde mi mente me torture. Me da miedo cuando me encuentro pensándote una y otra vez, hasta frustrarme por intentar sacarte de mi cabeza sin lograrlo.

Me da miedo la idea de una vida sin ti, porque entre todos ellos, mi mayor miedo es perderte. Es ceder ante los momentos de bajón y darle paso a los pensamientos negativos que me abruman con la idea de que te vayas, de que no estés aquí o lo nuestro, en cualquier punto insignificante donde estemos en este universo, se pierda. Me aterra imaginar que no estarás en un futuro porque, más allá de la costumbre, te has vuelto una parte fundamental en mi vida.

Eres más que el mensaje de buenos días que anhelo recibir cuando me voy a dormir en la noche. Eres más que todos los besos que podemos haber compartido, más que las veces que perdimos el aliento. Más que las miradas intercambiando mensajes y más que las risas estruendosas, porque ninguno de los dos tiene tacto para eso. Más que las respuestas ingeniosas que me hacen reír incluso estando molesta. Más que la frustración que me da cuando algo no sale como yo quiero y me recuerdas que no puedo tener la razón todo el tiempo. Más que todo lo que me enseñas cada día. Más que la montaña rusa de emociones que me genera tu sonrisa, tu voz, tus ojos bonitos; tu manera de ser tan tuya, original, divertida y algunas veces irritante. Admitámoslo, a veces eres más hormonal que yo. Pero cómo me gustas.

Y, finalmente, quiero decir que eres más. Mucho más de lo que imaginé que necesitaría. Eres, de una manera imperfecta, perfecto para mí. Más que suficiente.
Eres mi más.

—Anónimo.

—Anónimo

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Las cosas que nunca te dije [Especial S.V]Where stories live. Discover now