XIX

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Querido tú…

Conocerte fue como la venida de un huracán. No hay otra manera de describir el momento en el que te conocí porque desde entonces, tu estadía en mi vida ha sido como una montaña rusa y han sido más las veces que me he sentido en lo alto, que en esa bajada en picada.

Y eso se siente bien.

Se siente jodidamente bien.

Me siento en una zona segura y, aunque no puedo darte el título de «hogar», puedo asegurarte que contigo, me siento como un barco anclado en zona segura y a veces, la movida de la marea me desestabiliza por completo. Esos momentos de seguridad vienen cuando las conversaciones fluyen tan espontáneas que no hay necesidad de mostrar máscaras, de evitar ciertos temas, cuando solo somos dos simples mortales hablando del tema que se atraviese. Mis momentos de seguridad contigo abundan y eso me hace sentir agradecida.
La desestabilidad entra a colación cuando sonríes, cuando sueltas algún cumplido inesperado o cuando me abrazas sin más.

Siento mi mundo girar.

Y tú no eres capaz de notar lo lindo que te miro cuando estás ahí, frente a mí.

―Anónimo.

―Anónimo

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Las cosas que nunca te dije [Especial S.V]Where stories live. Discover now