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Minnie descansaba en el hombro de Ten. Había estado horas llorando, sabía que era difícil para ella así que la consoló hasta que esta pareció cansarse y quedarse dormida.

Ambos iban en la parte detrás del auto de Dejun, yendo amigo de copiloto y Hendery conduciendo tranquilamente hacia el hogar de Minnie.

Ten los había llamado para que le hicieran ese favor, y menos mal que su amigo quiso ayudarlo, sinceramente pensó que no respondería porque era muy temprano.

-Chicos, es aquí, muchas gracias por vuestra ayuda- Ten movió levemente el hombro de Minnie para que se despertara. Esta, luego de unos segundos más, terminó despertando. Se estiró un poco y abrió los ojos, encontrándose con el rostro de su amigo.

>-Minnie, llegamos a tu casa, ¿te acompaño?- dijo el tailandés de mayor edad en su idioma nativo, a lo que la chica negó rotundamente, alegando que estaba bien y agradeciendo a Hendery y Dejun por haberla ayudado.

-Estoy bien Phi*, creo que necesito descansar un poco...-Ten asintió y le abrió la puerta del auto.

(*Phi es cómo hyung/oppa pero para los tailandeses. Minnie lo llama así ya que ambos son de esa nacionalidad)

Minnie tomó sus cosas y salió del coche, despidiéndose de los chicos que estaban dentro con un movimiento de mano que ellos imitaron entre sonrisas.

Una vez vieron entrar a Minnie en su hogar, Dejun se dió vuelta para mirar a su amigo, el cual tenía la mirada perdida y, al igual que Joy, los ojos rojos e hinchados.

–Ahora, ¿me dirás qué ha pasado? No has dicho una sola palabra durante todo el viaje- La mirada insistente de Dejun lo hizo encogerse en su lugar.

Se sentía intimidado, y hasta un poco juzgado, quizá porque en el fondo empezaba a arrepentirse de su decision. Creía que todo el mundo le recriminaba con la mirada por el gran error que cometió.

Sus ojos estaban cristalizados nuevamente y sus labios temblaban como si quisiera tirarse a llorar en cualquier momento. Estaba muy triste y el siquiera pensar que su amigo lo estaría juzgando, que en realidad no era así, porque Dejun ni siquiera se había enterado, lo ponía aún peor

>-¿Ten?- Xiaojun lo miró preocupado cuando notó las lágrimas en las mejillas de su amigo, no entendía nada.

Hendery conducía de camino a casa, intentando ignorar la conversación, pues realmente no era de su incumbencia y tampoco quería distraerse. Sin embargo los sollozos de Ten le incomodaron un poco.

No entendía porque lloraba, pero lo hacía con tanto sentimiento que hasta el llegó a sentirse triste.

-La he cagado Dejun, me han despedido de la empresa, y a Minnie también- sollozó el mayor.

Dejun abrió los ojos en grande y Hendery, sin poder evitarlo se cubrió los labios con una de sus manos.

¿Era una jodida broma?

»»»«««

YangYang miraba extrañado al par de chicos que estaban sentados en el sofá de enfrente.

Dejun tenía abrazado a Ten, quién lloraba sin parar. Era raro ver esto y hasta cierto punto se sintió un poco mal al ver los ojos llorosos del tailandés y escuchar sus sollozos. Quería sentarse a su lado y abrazarlo también, pero era muy tímido como para siquiera preguntarle que le pasaba.

Su celular empezaba a vibrar y no entendía porqué. En verdad, había estado sonando durante toda la mañana pero ni siquiera le había prestado atención.

Se había quedado a dormir en la casa de su hermano, estuvieron toda la noche viendo películas, y la verdad es que recién despertaba, no comprendía nada de lo que estaba pasando.

-Dejunnie, ¿Qué haremos para el almuerzo?- Hendery apareció después de un rato, estaba en la cocina pero al parecer no había nada para cocinar.

>-¿Compramos comida?- Dejun asintió, no tenía ganas de cocinar después de lo que pasó.

-Chitta, ¿Te quieres quedar o quieres acompañarnos al súper?...

-Prefiero quedarme aquí... no tengo ganas de salir - Dejun lo miró un poco inseguro.

Sin embargo terminó asintiendo al final, después de todo no estaría del todo solo, YangYang estaba en casa.

Así que se levantó del sofá y salió del hogar junto a Hendery.

YangYang vió atentamente como la puerta era cerrada y la figura de sus mayores desaparecía del lugar.

La sala quedó en silencio, Ten había parado de llorar y solo se había limitado a encogerse en su lugar, parecía un niño pequeño.

Era extraño, desde que Ten llegó a casa no había ni podido saludarlo ¿Será un buen momento para hacerlo? No estaba seguro...

–Humm... ¿Hyung? -el mayor lo miró y esbozó una sonrisa al verlo.

El corazón de YangYang se sintió cálido y todo sentimiento de vergüenza e incomodidad se vió opacado por el rostro del mayor, se sentía aliviado de verlo sonreír.

-Me da mucha pena que me veas así, pero no la estoy pasando bien en estos momentos- confesó Ten algo apenado.

YangYang no lo pensó mucho, se levantó de su sofá y tomó asiento al lado del mayor. Tampoco quería invadir su espacio personal así que estaba en una distancia considerable.

-Realmente no sé qué sucedió, pero no quiero que sientas vergüenza, llorar no tiene nada de malo ¿Si? Espero que lo que sea que estés pasando mejore pronto- Ten sentía que podía llorar de felicidad, había necesitado tanto esas palabras.

YangYang ni siquiera sabía lo que estaba pasando pero sin embargo ahí estaba, apoyándolo.

-M-muchas gracias Yangie- Los ojos del más mayor se volvieron a cristalizar, asustando un poco a YangYang.

¿Qué pasó? ¿Dijo algo malo?

Todo pensamiento confuso se esfumó de su mente cuando Ten se acercó hasta estar a su lado y se abrazó a él como si su vida dependiera de ello.

Sus ojos se abrieron en grande y sus manos quedaron en el aire, no sabía cómo reaccionar. Si bien antes había salido con Ten, nunca se habían abrazado. Ambos eran muy tímidos y solo se despedían a lo lejos. No se sentían con la suficiente confianza.

Ten no parecía tener intenciones de soltarlo, así que decidió posar una de sus manos en su espalda, mientras que con la otra acariciaba sus oscuros cabellos. La respiración del mayor se sentía tranquila aunque de repente se veía interrumpida por leves hipidos.

Ten se sentía tan tranquilo. La sensación de ser abrazado por YangYang era muy distinta, sus abrazos se sentían cálidos y reconfortantes, no quería alejarse nunca.

»I am your fan« ⟨YangTen/TenYang⟩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora