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❝viii. greenhouse❞
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EL SEGUNDO DÍA DIO INICIO. La coordinación de todas, para estar listas, fue un poco más rápida a comparación del día anterior.
El sol aún no salía cuando Adara se levantó de la cama. Permaneció en la cama durante un par de minutos revisando cada red social, enterándose de lo que pudo ocurrir en la noche, con las respiraciones de Terra y Musa como único sonido.
En pleno silencio, junto la ropa y fue hasta el baño para bañarse y cambiarse.
La siguiente en despertar fue Aisha, quien salió disparada, luego de desearle buenos días a la pelirroja, para ir a nadar al lago. Como hacía mañana y tarde. Más tarde, la tercera en despertar fue Terra, para evitar pasar por lo que ocurrió ayer.
—¿Desde cuándo estás despierta? —preguntó Terra, al ver a Adara sentada en el sillón con su computadora.
—Desde casi una hora —respondió volteando a verla.
Observó que aún llevaba puesto el pijama y, entre sus brazos, cargaba el conjunto de hoy. La pelirroja le sonrió levemente y afirmó que eran las únicas dos despiertas dentro del dormitorio, tranquilizando a Terra.
Ambas permanecieron juntas en la sala, durante una hora más, mientras el resto comenzaba a despertarse para las clases. Terra leía en voz alta los libros que Farah había asignado al grupo de hadas para conocer mejor cómo funcionaba la magia y su historia; mientras Adara recreaba el mapa en su computadora, gracias a las fotos en su celular.
Las clases no duraban más allá del mediodía y, por el momento, los deberes asignados no iban más allá de lo normal durante los primeros días de clases.
Los profesores aconsejaban a los estudiantes no dejar las cosas a lo último y brindaban información extra para leer de manera optativa, al mismo tiempo que recomendaban viejos libros disponibles en la biblioteca.
Durante las tres primeras horas, cuando Bloom no estaba alrededor de Adara, Aisha se acercó a la pelirroja de ojos verdes para comentarle el tipo de magia errónea que Stella le estuvo enseñando a su melliza el día anterior. Adara no supo cómo debía actuar o responder cuando Aisha la bombardeó con ello.
