Infierno

Dolor

Aceleró a fondo zigzagueando entre los autos tratando de calmarme y trazar un plan para traer a mi esposo de vuelta.

Hanbal al ver que no estamos respondiendo a su ataque esta atacándonos tratando de ganar terreno para hacerse con el poder de los Rivera, pero lo que no sabe es que si no hemos hecho nada aún es por que pienso quitárselo todo, pienso arrebatarle todo y que se arrastre ante nosotros por piedad.
Acabamos de aterrizar en Madrid pero fui incapaz de volver a casa. Allí están todos los recuerdos con Gabriel y es algo que me duele. Por eso y antes de volver a casa decidí salir a conducir sola.  También me sirve estos minutos para terminar de planear nuestro siguiente movimiento, los Sokolov nos dieron todo su apoyo y fue fascinante ver a Akemy y Nikolay asesinar a Breno. Mientras los observaba me di cuenta por que los llaman los demonios Sokolov. Akemy deja de lado su porte angelical y se transforma en un demonio cruel y despiadado, al igual que su esposo.
Me detengo en un semáforo al tiempo que siento que vibra mi celular. Observó en el reloj en mi mano que se trata de mi padre por lo que decido volver a casa. Aceleró a fondo retomando el camino a casa.
Al llegar apartó la motocicleta en la entrada donde Jorge ya me espera. Le entrego el casco y los guantes mientras camino al interior de la casa. Al hacerlo me dirijo al estudio donde se encuentra mi familia reunida.
-         ¿Dónde estabas? – pregunta mi madre mientras entra una de la empleadas con una bandeja en sus manos.
-         Necesitaba despejar la mente – respondo mientras la chica pone la bandeja frente a mí dejándome ver comida.
-         Sabemos donde está Hanbal – dice Santiago llamando mi atención.
-         ¿Dónde?
-         Asuán – responde Antonio mientras comienzo a comer.
-         Partiremos cuando quieras – dice mi padre y yo lo Observó.
-         No, tu no iras - digo observándolo – esta es mi guerra y no soportaría que algo te sucediera – respondo antes de que se escuche una fuerte explosión lo que nos alerta a todos.
Vemos que nuestros hombres de confianza entran al salón observándonos.
-         Los hombres del Señor Magdy – nos informa Ismael al tiempo que comenzamos disparos.
-         Saquen a nuestros padres de aquí – ordena Sebastián caminando hasta el salón de armas que tenemos en el salón.
-         Saquen a Katrina de aquí – ordena Antonio viendo a Jorge.
-         ¡No! – respondo observándolos – viene por mi y es mi esposo a quien tiene.
-         No podemos ponerte en peligro y recuerda que ahora no eres solo tu – dice Santiago y yo sujeto el vientre. Amor debes ser fuerte.
-         Voy a estar con ustedes y punto – camino hasta el lugar donde rápidamente nos cambiamos por nuestros trajes blindados. Me ato el cabello en una coleta alta y elijo mis armas mientras continuamos escuchando disparos.

Salimos de la habitación los seis juntos, yo más ansiosa que mis hermanos ya que quiero ver si Hanbal tiene o no a mi esposo. Cuando estamos llegando a la entrada escuchamos una fuerte explosión, siento que Santiago me abraza cubriéndome con su cuerpo ya que fue muy cerca. Un poco aturdidos nos recuperamos justo cuando las puertas se abren y comienzan a dispararnos. Nos separamos quedando yo con Antonio y Santiago.
-         Es nuestro hogar – digo sonriendo mientras camino hacia un costado donde se encuentra el panel de emergencia donde activo el cerrado total encerrando a los han entrado. La sorpresa de ellos nos un instante de distracción de su parte, por lo que comenzamos a disparar hasta que todos mueren.
-         Bien pensado – dice Sebastián viniendo hasta mi besando mi cabeza mientras Antonio introduce el código para desactivar el cerrado. Tomamos nuestras armas caminando fuera. Antes de que lleguemos unos hombres comienzan atacarnos.
Le doy con mi arma para rápidamente dispararle, veo que otro hombre se acerca a mi con un cuchillo. Lo tono del brazo atrayéndolo hacia mí quitándole el cuchillo para clavárselo en el pecho.
Salimos al jardín encontrándonos de frente a Hanbal con un hombre de rodillas junto él lo que hace que mi respiración abandone mi cuerpo un instante. Comienzo a caminar lentamente hasta ellos mientras sus hombres me apuntan pero me importa una mierda.
-         ¿Cómo haces para ser tan Hermosa, muerte? – dice Hanbal cuando llegó frente a él.
-         Créeme, no me veras igual de hermosa cuanto estés a punto de morir de mi mano – digo observándolo con odio.
-         ¿Quieres ver a tu esposo morir? – pregunta observándome de forma retadora.
-         No es mi esposo – respondo con seguridad temiendo a que pueda equivocarme.
-         ¿Como estas tan segura? – responde sacando su arma apuntándole en la cabeza al hombre junto a él y entonces lo se. No es mi esposo, ya que si fuera Gabriel ya me habría dicho infierno o hubiese echo algo para que no me acercara a Hanbal. Por lo que tomo mi arma y le disparo escuchando un jadeo de todos los presentes.
-         Jamás lo entenderías – respondo respirando profundamente antes de dale un cabezazo desatando el infierno. Le apuntó a la cabeza y él a mi pero cuando están por disparar siento que alguien me toma de la cintura alejándome justo cuando Hanbal dispara.

En ese momento se desata el infierno ya que hay hombres vestidos de negro, abro los ojos como platos al darme cuenta que DEA. Me levanto rápidamente buscando con la mirada a mis hermanos y ellos a mi. Respiro profundamente tomando mi rifle apuntándole al hombre frente a mi ya que mis hermanos están muy lejos y si los distrajo ellos tendrán tiempo.
-         ¡Katrina! – escucho gritar a Antonio, me vuelvo a verlos correr hasta mi pero no me miran a mi. Sigo si mirada hasta donde se encuentra Hanbal apuntándome y dispara justo cuando siento a que Antonio me cubre con su cuerpo. Se escuchan algunos disparos al tiempo que siento que algo comienzan a mojarme las manos.
-         No, no, no – digo tratando de mover a mi hermano pero es el hombre vestido de negro quien me ayuda. – Antonio resiste – digo buscando su herida y noto que no se puso el traje antibalas por lo tiene un disparo en el pecho y otra en el vientre.
-         Infierno…