sueño

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Mica nuevamente esperaba, por si las dudas su amiga volvía a aparecer, y no se equivocó, había pasado sólo cinco segundos y un resplandor aparecía junto con la máquina. Mica suspiró, al saber que tal vez Angie volvió a pasar por lo mismo y si era así, ya no tendrían nada que se pueda hacer para salvarla, era su destino.

-Angie, creo que tenemos que hablar - se acercó frenando al verla en tal estado - ¿Pero que te pasó? - interrogó con preocupación, Angie salía con una bata de hospital y tenia moretones en su rostro y cuerpo, junto a heridas cicatrizadas.

-Escapé...- dijo en un murmullo.

Angie le contó todo a Mica, la pelinegra escuchaba atentamente y veía como su amiga ya no tenia ganas de seguir llorando aún más, había sido demasiado por estos ocho meses. Angie sentía que si miraba a Mica, iba a derrumbarse por completo y no quería seguir sufriendo. Contó lo del accidente automovilístico, que llevaba en ese hospital cuatro días, su familia y amigos volvían a darle el pésame y era doloroso vivir todo de nuevo. Así que decidió escapar, le iban a dar de alta dentro de tres días más pero no quiso quedarse por mas tiempo.

-Angie...¿Sabes lo que esto quiere decir, verdad?

-Sí, lo sé - agacho la cabeza - y estoy de acuerdo con ello - sonrió con nostalgia - ella no puede volver.

-Pero lo intentamos An, diste todo para recuperarla, alégrate de eso - acarició su mano en forma de apoyo - ahora...será mejor que descanses, que te tomes tu tiempo y comas bien, es lo que Brisa hubiera querido.

Angie sólo asintió con los ojos cerrados, dio un leve suspiro y se levantó, agradeciendo a Mica por su apoyo, la pelinegra le prestó un poco de ropa para que se cambiará y segundos después la peliazul se dirigió a su hogar.

Mica observaba la máquina, seis meses de trabajo para construirlo.

-Al final no serviste para nada...- murmuró con rabia - lo siento Brisa - bajó la mirada - en serio lo intenté, lo intentamos ¿Pero que más podemos hacer? Si ese es tu destino - su mirada se cristalizó - no hay nada que hacer.

Angie estaba de pie en la entrada de su casa, tenía miedo a entrar y no poder sobrellevarlo. Miraba el pomo de la puerta con duda y nerviosismo. Tenía un nudo en la garganta que sentía asfixiarse por unos segundos. Tomó valor y abrió la puerta, deteniéndose por un momento antes de tomar aire y por fin ingresar.

No había mas que puro silencio.

El primer paso fue difícil, pero ayudó a que no se detuviera y siguiera adelante. La sala le hizo tener un flash back, Brisa reía recostada en el sofá mientras veía una película y comía de las palomitas de maíz. La cocina, donde Angie aprendía a cocinar por primera vez y Brisa la supervisaba, sí, no era buena cocinera que digamos, pero tenia el esmero de aprender para engreír a su chica.

Siguió subiendo a su recámara, encontrando la cama desatendida como lo había dejado antes de ir a casa de Mica. Se recostó de su lado de la cama y se giró a ver la mesita de noche, observando las fotografías que estaban en él. En una de ellas estaban las fotos de habia tomado Brisa para su cumpleaños número dieciséis, abrazaba a Angie y debajo había un mensaje que decía:

Mi elfo azul 💙

Por el cansancio se quedó dormida a los pocos minutos.

-¡Angie basta! - Brisa reía sin parar, la peliazul le rociaba agua con una manguera mientras se encontraban jugando en su jardín.

-¡No seas llorona! - reía, ambas estaban empapadas y sólo traían un top en la parte de arriba y un short.

Se veían realmente felices.

return (brangie g!p) TerminadaWhere stories live. Discover now