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Maratón 5/5

Angie llevaba en sus hombros a su pequeña hija, la pequeña no le dejaba de dar besitos en la cabeza y es que estaba muy feliz de por fin tener a sus madres juntas.

-Delfi, ven aquí, camina con nosotras, mami Angie debe está muy cansada - pidió Martina.

-Dejala - respondió Angie - me gusta como me da mimos - sonrió - ¿Verdad mi cielo? - levantó la cabeza y la pequeña besó su frente.

-Hoy su profesora me felicitó - comentó Marti - dijo que para ser una niña de cinco años, sabe dibujar muy bien, podría ser una gran artista.

-Dibujo bonito - respondió Delfi en un sonrojo.

-Llegando a casa quiero verlos, pero antes iremos a ver a la abuela - miró a Marti - ¿Como está mi madre?

-Está mejor, espera que vallas a verla.

-Gracias por cuidarla - sonrió - en serio te lo agradezco.

-No hay de que, siempre estaré para ti.

Ambas se sonrieron con adoración, Delfi sonrojándose aún mas al ver la interacción de sus madres.

-¡Mamis! ¡beso! - pedía y ambas mujeres rieron - ¡No risa! ¡Beso!

-¿Quieres un beso? - jugó Angie con la pequeña - ¿no serás tú quien quiere un beso? - la bajó, ahora cargándola en brazos y haciéndole cosquillas - para mí que quieres beso - besaba juguetonamente su mejilla y Delfi reía.

-Sí, tú quieres - Martina se unió en las cosquillas y besaba su otra mejilla.

Las tres reían muy felices.

Hace siete años que Martina había conocido a alguien especial para ella, la verdadera madre de Delfi. La mujer se llamaba Lourdes. Se amaban con tal locura que hasta parecían dos adolescentes enamoradas. Luli la amaba con la misma intensidad con que Martina lo hacía, el día que se enteraron de su embarazo,( ya que después de varios estudios pudieron lograrlo), estaban tan felices que lloraron de la emoción. Martina por supuesto no dejaba de ver a Angie, ahora la amaba como una mejor amiga. Cuando le contó, la morena se alegró mucho por ella, hasta la cargo en brazos haciendo reír a todos los oficiales.

Pero hay un motivo por la cual Delfi llama madre a Angie, y es por que a los pocos días de enterarse del embarazo, Lourdes tuvo un accidente de tránsito, en donde lamentablemente perdió la vida. Martina quedó destrozada. No pudo siquiera a ir a ver a Angie por un tiempo y cuando lo hizo, se desmoronó en los brazos de la pelinegra al contarle lo sucedido.

Angie sabía que Martina no podría sola, ya que ella ya había pasado por lo mismo, así que después insistir tanto, Martina aceptó que Angie la apoyara con dinero. Además de pagar el funeral, Angie pidió a su madre que ayude a Marti en lo que necesite.

Cada semana Martina iba a verla y cada vez la barriga se le notaba más. Llegaron a un punto en que Angie acariciaba su vientre y le hablaba al bebé mientras Martina sonreía.

En una de sus visitas, Martina sintió una fuerte contracción, estaba a punto de dar a luz. Angie al estar presente palideció y casi se desmaya. Gritaba al todo el mundo "¡Ya viene el bebé! ¡Ya viene el bebé!" Sin ni siquiera ayudar a Martina que se quejaba del dolor. Camila reprendió a Angie y ayudó a Martina a ponerse de pie. Llevándola urgentemente a la patrulla para ir al hospital.

Angie se quedó nerviosa mirando en la dirección por donde se habian ido. Hasta que Camila entró corriendo.

-¿¡Vas a venir o no!?

-Y-yo...¿yo? - tartamudeó - ¿tengo permiso?

-¡Si no quieres, quedate! - desapareció de inmediato.

return (brangie g!p) TerminadaWhere stories live. Discover now