¿Dónde esta Brisa?

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Maratón 1/5

Había pasado exactamente tres semanas desde que Angie se encontraba en aquel lugar. Se había echo amiga con su compañera de celda, Sofi. Quien la había defendido de muchos altercados y mostrándole algunas técnicas de pelea.

Era una gran chica.

Pero Angie jamás se acostumbraría a estar en aquel lugar, quería ser libre, quería poder vivir su antigua vida, como lo era entes.

A pesar de que Abril se veía obligada a estar alejada de Angie, siempre la vigilaba desde lejos. Observaba cada uno de sus movimientos y absolutamente todo lo que hacía. Nadie sabía que le guardaba un gran rencor por ser la única a quien no pudo, ni puede tocar. Había herido su orgullo, y eso no lo soportaba. Pero lo único que podía hacer era observarla, más no tocarla. Tenia que reprimir toda la ira que sentía o de lo contrario, tendría problemas. Diez años más, no es poco, aún peor cuando estaba a tan sólo seis meses de salir libre. Tendría que vivir con aquel resentimiento por siempre.

-Velasco - la ahora pelinegra giró al llamado - tienes visita - era Camila.

Angie y Sofi se sonrieron levemente, y la pelinegra hizo una seña de que fuera.

Se encontraban en el patio.

-¿Quien es? - preguntó a la oficial mientras caminaban por el gran pasillo.

-Es tu abogado - Camila era muy amable. Te trataba de la forma en que la tratabas.

Ya en la sala, Santiago la recibió con un apretón de manos, sonriendo apenas. Eso no le gusto para nada a Angie, quien tuvo un mal presentimiento ante esto.

-¿Todo se encuentra bien? - tomaron asiento.

-Angie...- apretó los labios - seré breve - suspiró, tomándose su tiempo ante lo que iba a decir - Me han negado apelar en tu caso.

La expresión de Angie daba clara muestra de que no entendía, o mejor dicho, no quería creerlo.

-Es una broma...¿cierto?

-Eso quisiera, Angie, pero es la verdad.

-Pero...eso es imposible. Sí se puede apelar - el miedo comenzaba a crecer en su interior - ¡siempre se puede!

-Lo sé, lo sé - Santiago estaba frustrado - lo he intentado, créeme que lo he intentando. He echo todo lo posible pero me lo negaron de todas maneras. Estuve horas y días insistiendo. Me he quedado noches sin dormir leyendo una mil veces todos los documentos de tu juicio. Pero no puedo hacer nada más - habló apenado - estoy seguro que hay algo raro en todo esto pero si sigo en tu caso, pondría en peligro mi carrera. Y no puedo permitirlo Angie, lo siento.

-¿Estas abandonando mi caso? - la mirada de Angie entristeció, al ver a Santiago asentir - No puedes hacerlo - negó - sabes que esto es injusto. Eres abogado y tu deber es luchar por la justicia - sus ojos se cristalizaron - no puedes simplemente dejarme aquí. ¡Son veinte años! - sollozó - ¡No puedo estar aquí durante veinte años!

-Lo lamento - bajó la mirada - eres la novia de mi amiga. Le prometí que te sacaría de aquí, pero lamentablemente no esta en mis manos - se puso de pie - perdóname.

-No no, no te puedes ir - lo tomó por la muñeca, impidiendo que saliera - por favor, no puedes dejar mi caso - suplicaba.

-Angie, entiende que no puedo hacer más - se lamentaba - Brisa ya lo sabe. Tal vez ella busque otro abogado que si pueda. Pero ya no confíes en mí - quitó su mano.

--¡Espera! - Camila la detuvo al querer alcanzarlo - ¡Santiago!

El chico ya se había marchado.

return (brangie g!p) TerminadaWhere stories live. Discover now