Préstame atención - Tsukiyama

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Te conocí un día soleado de camino a la escuela, estabas caminando delante mío, no te hablé, no tuve el valor de hacerlo en ese momento. Pero me gustaba tu llavero de dinosaurio que tenías en tu mochila. ¿Te gustan los dinosaurios como a mí? Me dió curiosidad saber cuál sería tu respuesta, esa fue la primera vez que te vi, la segunda fue en el aula, estabas repartiendo fotocopias a cada uno de los alumnos, te acercaste a mi y con timidez me diste una de aquellas copias. Se nota que eres tímido, no haces contacto visual con la gente.
Esta ves pude ver mejor tu rostro, me gustan las pecas en tus mejillas, te quedan tiernas.

En ninguna de esas dos veces te hablé, solo te observé, y asi fueron varios días más. ¿Cómo podría acercarme a ti? Yo también soy un poco tímido y simplemente no se me ocurre una idea para hablarte.

Un día te vi, unos niños te estaban molestando y me enoje muchísimo. Quise ir y ayudarte pero mis piernas no se movían. Me sentí un cobarde por no rescatarte. Quizás la próxima vez pueda ser de ayuda para ti ¿Me hablaras si fuera así?

Al día siguiente de ese agrio encuentro, volví a ver a los mismos niños molestándote. Esta vez sí haría lo posible para ir a tu rescate. Leí varios libros de príncipes que tienen que pelear con dragones para rescatar a su amada, camine hacia los niños y hacia ti cuando comenzaron a molestarte. Lo único que pude decir fue...

-Que Ridículo.- Los niños quedaron inmóviles y me rei de ellos, no sabía que iba a ser tan fácil dejarlos como unos tontos. Te mire y tu cara parecía de admiración.

¿Te parezco genial?, Tuve que irme rápido de ese lugar, mis labios no podían esconder la sonrisa de felicidad que estaba sintiendo ahora mismo.