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Yamaguchi y Tsukishima estaban pasando un recreo juntos, como siempre, Salvo que esta vez estaban muy apartados de sus compañeros, subieron a la azotea del colegio, dónde no había nadie. Y decidieron pasar los minutos allí.

Se sentaron en el suelo, uno al lado del otro, reposando sus espaldas en la pared. Se tomaron de las manos y quedaron en silencio por mucho tiempo, sus corazones latian con fuerza. Yamaguchi se comenzó a sentir inquito, su corazón no dejaba de latir muy fuerte haciendo que nisiquiera pudiera escuchar sus pensamientos, miro de reojo a su amigo pero noto que el contrario se veía demasiado tranquilo.

Tsukishima ya había aprendido a poco a poco controlar su corazón y nervios, pero yamaguchi no, yamaguchi era nuevo en esto.

-Tsukki..-

-¿Si?.-

-Mi corazón no para de latir.-

-Es lo normal Yamaguchi...- el contrario se sonrojo y agachó la mirada.

-Hablo que late muy fuerte.- Se llevó una mano al pecho.- Siento que se me va a salir.-

Tsukishima sonrió, sabía que intentar hacerle entender de que quizás se estaba enamorando de él era muy difícil, así que solo intentaba rodear el tema.

-Es normal cuando estás con alguien que quieres mucho, como yo ¿no?.-le tomo del mentón y levantó su vista, yamaguchi Asintió.- ¿Quieres que tú corazón se calme?.- Volvió a asentir. El rubio acerco sus labios a los del contrario pero este lo rechazó poniendo una mano entre ellos.

-¡No!.-

-¿Por que?.-Tsukishima lo miro con el ceño fruncido.

-¡Esta mal!, Eso debes hacerlo con la chica que te gusta. Nosotros somos amigos.-

-Yamaguchi, nosotros ya nos hemos besado.-

-¡Pero eso solo fue para practicar!.-

-Tomalo como práctica entonces.- Yamaguchi iba a hablar nuevamente pero lo callaron con un beso, el rubio dirigió su mano a la mejilla ajena acariciandolo, sus labios solo se tocaban, no se movían, quedaron así por unos largos segundos y luego se separaron lentamente.- ¿Tu corazón se calmo?.-

-¡Claro que no Tsukishima!.- Lo soltó de la mano y le dió la espalda, estaba rojo como un tomate, cerro los ojos intentando no pensar en lo que acababa de pasar pero lo único en lo que pensaba era en lo fuerte que se escuchaban sus latidos.- ¿N-no puedes escucharlos no?

-¿Escuchar que cosa?.-

-Mis latidos...-

-Ah...- El pecoso se sobresalto cuando sintió el peso de la cabeza rubia sobre su espalda.- Oh!, Lo escucho. Está latiendo muy fuerte.- sonrió, yamaguchi volvió a sentarse contra la pared pero su vista estaba en la dirrección opuesta a la rostro de tsukishima.- Yamaguchi...-

-¿Que?.-

-Me encantas.- murmuro.

-¿Que?.- Giro su cabeza, no había escuchado con claridad.-

-Nada.- Negó con la cabeza riendo.

-¡No!, ¡Ahora dime!.- El rubio negó nuevamente.- Dime, Dime, Dime, dime.

-Si sigues insistiendo voy a besarte otra vez.- Yamaguchi se callo, pero por dentro quería seguir insistiendole.

Préstame atención - TsukiyamaWhere stories live. Discover now