XXVI

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Mini-maratón

La universidad empezó antes de lo que ambos esperaban, el tiempo juntos pasó demasiado rápido pero supieron aprovechar cada segundo que pasaban con el otro. Aunque cada uno había vuelto a su respectivo "hogar" con sus amigos, pasaban mucho tiempo en la cabaña con el otro.

Por otro lado el cortejo estaba siendo increíble para ambos, Harry se sentía como si fuera lo más especial del mundo, Louis lo hacía sentir así, y el alfa sentía estar frente a la obra de arte más majestuosa que había tenido la suerte de admirar.

Y Niall no perdía ocasión de molestar a sus amigos, ambos a poco tiempo de compartir sus vidas para siempre con su ser amado, y bromear sobre lo enamorados que estaban, porque sí, cualquiera que los viera diría que estaban completamente enamorados de sus parejas.

– Hoy iré con Maya a cenar, no me esperen.

– El caballero andante se va con su princesa.

Harry golpeó el hombro de Niall mientras Liam solo rodaba los ojos y seguía disfrutando de su desayuno riendo por la actitud de sus amigos.

– Algún día Niall se enamorará y nosotros podremos reírnos, Li.

– Espero ese día con ansias.

Ahora fue el turno de Niall de golpear al alfa tratando de aguantar la risa que estaba reprimiendo, pensando en lo idiotas que eran sus amigos pero también en lo mucho que los amaba.

– Vamos a llegar tarde.

Harry fue el primero en salir del lugar, seguido de cerca por sus amigos, claro que Niall era el menos entusiasmado por llegar a la universidad, siendo así un estudiante universitario normal, al contrario de sus amigos, porque eso significaba que verían a sus compañeros aunque fuera durante un corto periodo de tiempo.

Las clases fueron normales, tomar apuntes, resolver dudas y entregar proyectos, nada que fuera demasiado para el omega.

– Hola Harry.

Un ligero aroma a brisa marina llegó al chico, que cuando se giró pudo observar a la alfa que estaba frente a él con una gran sonrisa.

– Hola Bebe.

– Quería invitarte a comer, ya sabes.

– ¿Ahora?

Un asentimiento por parte de la rubia fue suficiente como respuesta, pero Harry sabía que la respuesta que le daría era negativa.

– Lo siento, voy a ir a comer con mi alfa.

– Oh, así que es cierto, tienes alfa, pero no te veo una marca.

Bebe trató de mirar lo más que podía el cuello de Harry, sin encontrar signos de que estuviera enlazado pues aún no lo estaba.

– No necesito una marca para tener alfa.

La chica asintió, pero se contuvo de seguir hablando cuando vio que un chico abrazaba a Harry por la espalda y daba un beso en su mejilla arrancandole una sonrisa, fue ahí cuando la alfa reaccionó.

– ¿Louis es tu alfa? Oh, por dios, ya no quiero comer contigo.

– Bebe, ¿querías robarme a mi omega? Eso no es de muy buena amiga.

Louis se separó de Harry y abrazó a la alfa mientras ambos reían y el omega sólo los observaba, pues no sabía que se conocieran, y mucho menos que fueran amigos, tanto como para bromear así.

– Eso nunca, Tomlinson, hay más posibilidades de que le robe su alfa a tu omega.

Al escuchar eso Harry tiró del brazo de Louis, su omega interior se sintió celoso al escuchar eso y su instinto le pedía a gritos apartar a la alfa de su Louis, consiguiendo que el castaño lo mirara con ternura y amor.

– Tranquilo, Harry, no te robaré a tu alfa, era una broma.

El omega sólo asintió, escondiendo su rostro en el cuello de Louis mientras los alfas reían de forma agradable y enternecidos por la acción de Harry, sobretodo Louis.

– De todos modos, pueden ir a comer si quieren, Harry y yo comemos juntos todos los días, no me importa si es lo que quieres, mi amor.

Al escuchar las palabras de su alfa el rizado sólo se abrazó más a él, no queriendo que se separara ni un solo milímetro, su omega interno quería cerca a su compañero después de haber sentido celos por la alfa, así que separarse no era una opción.

– No, algo me dice que no se va a separar de ti en todo el día, Lou, buena suerte, nos vemos mañana Harry, adiós.

Con un gesto con su mano Bebe se despidió y caminó por los pasillos de la facultad hasta desaparecer de la vista del castaño, que seguía sin moverse pues su omega parecía muy cómodo inhalando su aroma.

– Te quiero.

Harry murmuró contra su cuello para luego dejar un beso en él y separarse un poco, lo justo para agarrar su mano y perderse en el océano que Louis tenía por ojos.

– Y yo a ti.

Salieron de la universidad tomados de las manos y fueron a la cafetería más cercana que encontraron, no querían comer algo muy exagerado ese día, con algo pequeño y ligero estaban bien.

– ¿Te llevo a casa cuando terminemos?

Sabiendo ya la negativa que iba a recibir por parte del omega Louis prefirió preguntar, pues tal vez tuviera algo pendiente para la universidad.

– No.

El alfa sólo asintió y rió un poco, pero cuando tuvieron su comida se centraron en ello, comiendo en silencio, aunque no era para nada incómodo, nunca tenían silencios incómodos.

– Lou.

– Dime.

– Hoy quiero llevarte yo a un lugar, no está muy lejos de aquí.

Louis sonrió y acarició la mano de su omega sobre la mesa, antes de levantarla y dejar un beso sobre ella.

– A dónde tú quieras, te seguiría al fin del mundo.

– Luego trataría de abandonarte en el fin del mundo y regresaría para comerme todo tu helado.

Ambos rieron demasiado alto, habían visto Piratas del Caribe la noche anterior así que entendieron a qué se refería, tenían demasiada complicidad.

– Te quiero, omega.

– Y yo a ti, alfa.

Entre risas y más bromas terminaron su comida y pelearon un poco por quien pagaría la consumición, ganando Louis, así que salieron aferrándose a la mano del otro, y una vez en el coche Harry condujo esa vez, pues quería enseñarle a su alfa un lugar especial. El castaño había sorprendido con tantos lugares bellos y tantos regalos increíbles al omega que una parte de él sentía que debía descubrirle al alfa su lugar especial.

Quería que el alfa sintiera lo que sentía él en cada una de sus citas, y esperaba conseguirlo, porque el sentimiento era maravilloso. Su Louis más que nadie merecía conocer ese sentimiento, estaba seguro.















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Bebe, diosa, reina, preciosa, te amo.

Si hay errores ortográficos sentiros libres de corregirlos.

All the love

Flores Salvajes || L.SWhere stories live. Discover now