Chica de Hielo

Calle está enamorada

Narrador en tercera persona

Poché llevaba a las niñas a la parte trasera de la casa, al gran jardín. Cuando estaban ahí, las chicas estaban asombradas. Una vez más.

Realmente era hermoso, con una gran fuente en el medio, muchas flores y árboles diferentes. También había un gran mueble de jardín. En un árbol, el más grande, había un gran columpio.

― Es hermoso ― dijo Calle casi en un susurro.

― Realmente lo es ― dijo Poché mientras la miraba.

¡Lo decía en serio! Realmente pensaba en Calle de manera diferente y no sabía qué era eso. Ahora, cuando recuerda el momento que pasó entre ellas antes del almuerzo, no puede evitar preguntarse. Todo lo que quería hacer era tomar la mano de Calle y no soltarla nunca. No podía tirar la foto de ellas dos tan cerca la una de la otra, de su cabeza. Todavía podía sentir el aliento caliente de Calle en su cuello. ¡La forma en que hace pucheros! Oh Dios, eso la vuelve loca. Adoraba todo en ella, cada palabra, cada toque, cada movimiento. Calle es simplemente perfecta. Demasiado perfecta.

Ni siquiera se molestó en escuchar de lo que hablaban las demás mientras las conducía al medio. Estaba demasiado concentrada en Calle, era como si ocupara toda su mente. Ni siquiera se dio cuenta de que llegaron al final de esta parte, donde están las escaleras y casi se cae. Por suerte para ella, Kim la atrapó a tiempo.

― Oye, ten cuidado ― dijo y le dio a su mejor amiga una mirada preocupada.

Se dio cuenta de que Poché estaba completamente distante esta vez, pero no quería preguntar demasiado.

― Gracias. ― Dijo Poché y se puso derecha. ― Sabes que soy torpe ― añadió con un guiño.

― Desafortunadamente ― respondió Kim en broma.

― Por cierto, ¿han pasado como 11 años desde que ustedes dos se hicieron amigas? ― Preguntó Ana.

― ¿Sí, por qué?

― Vamos, cuéntanos algo que sea lo más divertido que recuerdes ― dijo.

Ella realmente tenía curiosidad por esto. Le gustaba mucho Poché y quería saber más sobre ella. Pero era muy consciente de que Poché es hetero y eso la molestaba demasiado.

No solo ella, sino que todos querían escuchar algo gracioso sobre estas dos amigas.

― Hmm, hay muchas cosas ― dijo Poché y empezó a pensar.

― Oh, ¿recuerdas esa vez cuando nos emborrachamos? ― Kim preguntó emocionada.

― ¿Cuál exactamente? ¡Sabes que hay muchas!

― Sí, sí, ¿pero una cuando hablamos con el estómago de la mujer embarazada? ¿Como si estuviéramos hablando con su bebé?

Poché comenzó a reírse de los recuerdos ― ¡Oh, Dios mío, sí! Y te enojaste cuando el bebé no quiso responderte ― dijo entre risas y todas comenzaron a reír a estas alturas. ― ¿¡Pero ustedes saben qué es lo mejor!? ― preguntó y se dio la vuelta para enfrentarlas.

Simplemente negaron con la cabeza, esperando una respuesta.

― ¡Esa mujer era un hombre que tenía una barriga enorme! ― ella dijo, Kim y ella literalmente se rieron a carcajadas mientras las otras no podían creerlo. ― Pero, en nuestra defensa, él realmente tenía el pelo largo ― agregó.

― Sí, y cuando nos dijo que en realidad era un chico, Poché empezó a gritar algo como ¡Se comió un bebé! ¡Este hombre se comió un bebé! ¡Corre por tu vida! Eso fue muy gracioso ― agregó Kim y ahora todas se reían.