Planeado

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Narra Calle

Me desperté en el lugar más cálido y seguro de este mundo. Sus brazos. ¡Así que anoche realmente no fue un sueño! Ella todavía me sostenía de manera protectora, nuestros dedos y piernas entrelazados.

La miré a la cara y me quedé hipnotizada por su belleza. Sus labios se movían un poco y su respiración era regular. Un mechón de su cabello cubría su rostro y cada vez que exhalaba volaba y luego regresaba. Me reí al verlo y lo coloqué detrás de su oreja. No quería despertarla, se veía tan linda.

Lentamente alcancé mi teléfono que estaba en la mesita de noche y le envié un mensaje a mi mamá. Me olvidé por completo de enviarle un mensaje de texto cuando llegamos y ya saben cómo son las mamás.

Aterrizamos sin problemas, olvidé hablarte anoche, lo siento.

Y eso es lo que envié. Unos momentos después, recibí el mensaje de texto.

¡Oh, gracias a Dios! Yo estaba lista para volar a allí!

No pude evitar poner los ojos en blanco.

¡Oh mamá, no exageres! Estoy perfectamente bien.

Está bien, está bien. De todos modos, ¿Quién es la persona que está contigo?

Sabía que ella preguntaría esto tarde o temprano.

Poché respondí y su respuesta fue inmediata.

¡No puede ser! Tienes la oportunidad perfecta ahora.

Ya lo hice... le contesté con una gran sonrisa.

¿¡Y qué tal!?

¿No te atreves a ignorarme señorita! envió cuando no le respondí durante 30 segundos... ¡Ok mamá!

Hablaré contigo más tarde. Ella se está despertando envié cuando vi María José lentamente abriendo los ojos.

Buenos días, hermosa ― murmuró con su voz matutina tan sexy y ronca! ¡Maldita sea! Sus ojos todavía estaban medio cerrados.

Se veía tan linda así. Como una niña pequeña con su cabello desordenado.

Buenos días, nena ― dije y ella sonrió.

Podría acostumbrarme a despertarme así ― susurró y me acercó más mientras pegaba sus labios sobre los míos.

¿Oh si? ― Pregunté con una ceja levantada.

Mhm ― tarareó y asintió con la cabeza ― Verte en mis brazos es algo de lo que realmente no me cansaría ― dijo y besó mi frente suavemente.

De repente me levanté y me senté a horcajadas sobre ella, sentándome sobre su abdomen. Su expresión no tenía precio, se podía ver que estaba sorprendida al principio, pero pronto apareció una sonrisa en su rostro. Al menos ya no tenía sueño.

¿Sabes qué significa esto? ― Yo le pregunté a ella

Ella negó con la cabeza y acarició suavemente mis piernas debajo de la camisa.

Chica de HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora