✧ ཻུ۪۪ 𝐅𝐑𝐄𝐄𝐃𝐎𝐌¡! 彡*ૢ 𝐬𝐚𝐠𝐚. [03]
❝ Finalmente eres libre, ¿o no? ❞
El momento de saber los secretos de la familia de Caria están a punto de descubrirse en este nuevo arco para los mellizos y la Legión de reconocimiento, la cuál tiene...
Peinaba delicadamente el cabello de Mikasa, amarrándolo en un moño y dejando unos cuantos cabellos en su sien para que se viera más adorable de lo que ya era a su corta edad.
— A Carla le encantará tu peinado, Mikasa. —alagó la madre de los mellizos—. Artemisia, ¿te gusta cómo quedó?
La mencionada se abalanzó con una sonrisa frente a su mejor amiga de cabellos oscuros. Analizó el peinado, y sonriente asintió incontables veces.
— ¡Me encanta! ¡Te ves hermosa, Mikasa! —la ojiazul tomó las manos de su amiga y la hizo levantar del asiento de madera. Mikasa se sonrosó—. Vayamos con Eren y Armin para enseñarles los peinados que nos hizo mi mamá.
— ¿Y Orlando? —preguntó mirando a los alrededores del salón en busca del mellizo.
La hermana pensó, — Lo más probable es que esté con papá entrenando, ya sabes. —le restó importancia.
No dijo nada más, y acompañó a la desenfrenada Artemisia que traía una trenza gruesa que la hacía ver demasiado hermosa e igual de tierna que Mikasa. Ambas eran un encanto.
Salieron de la casa asomando sus cabezas a la casa de al lado, ahí vivían los Jaeger, pero Artemisia quería darles la sorpresa dentro de ahí, aprovecharía para enseñarle a Carla.
Corrieron a escondidas y tocaron la puerta antes de entrar.
Carla se dio la vuelta al estar lavando algunos platos, sonrió enternecida con los arreglos en los cabellos extensos de ambas azabaches.
— Miren que hermosas están. —se acercó a ellas con un pañuelo colgando en su muñeca—. ¿Sonne se los hizo?
— ¡Sí! ¡Le regalamos a Mikasa unos broches para el cabello! ¿Le gusta? —Artemisia sonrió optimista.
— Claro que sí, y muchas gracias por el regalo. —acarició las mejillas de las niñas—. En la noche le diré a Grisha que hagamos una cena con tu familia, Artemisia, ¿les parece?
Las dos niñas abrieron la boca formando una "O", se miraron y sonrieron.
— ¡Sí!
La puerta fue abierta repentinamente, a lo que las chicas se giraron a ver de quienes se trataban.
— ¿Cena? —repitió Eren entrando a la casa, luego pudo notar a sus dos amigas y sonrió—. ¿Con la familia de Artemisia y Orlando?