El hijo del Hokage

Acercamiento

L

as instrucciones de Sasuke fueron bastante claras. Deshacerse de cualquier aparato de comunicación para que no los rastrearan. También tenían que dejar de usar las tarjetas de crédito o serían fácilmente rastreables, además del hecho de que no podrían usar el dinero de Minato porque ya todo se encontraba bajo el control de Mei.

Gracias al hecho de Sasuke tenía algo de control de las finanzas logró desviar algunos fondos para que pudieran usar. Lastimosamente no era una cantidad tan significativa como lo que estaban acostumbrados por lo que tenían que valerse por sí mismos.

Adicionalmente no podían mantener ningún tipo de contacto hasta que fuese seguro. Mei no confiaba del todo en los ex subordinados de Minato por lo que los tenía en vigilancia constante. Sasuke solo pudo contactar una vez y fue para estas instrucciones.

De eso ya habían pasado dos años, Naruto y su familia estaban adaptándose a vivir en el pequeño departamento que Naruto había comprado. Era evidente que era pequeño, él nunca esperó que fuesen a vivir ahí tres personas, el espacio estaba diseñado para una persona y máximo dos.

Ino había conseguido trabajo como maestra de danza contemporánea, su madrastra con él poco dinero que tenía pudo comprar también un pequeño departamento que prefirió rentar para tener algo de ingresos y Naruto consiguió un buen trabajo como Gerente de Proyectos en una agencia aduanal.

Desde la última comunicación con Sasuke no habían tenido ningún percance con Mei. Sin embargo, Naruto sabía que en su momento debía de regresar y reclamar lo que por derecho era suyo. Aunque en un mundo ideal, como estaban las cosas, parecían lo mejor. Esa nueva vida no estaba nada mal.

-Bien entonces hay que solicitar los documentos del cliente y con eso podremos terminar el proceso de exportación. ¿Te haces cargo de eso Konan?

-Si claro. De verdad no sé qué haría sin ti es que…no se me dan muy bien algunas cosas a pesar de que llevo algo de tiempo trabajando aquí.

-Tranquila, para eso hacemos equipo. Después de todo es por ti que estoy aquí, si no nos hubiéramos conocido en esa exhibición de arte, no sé qué habría sido de mí. Y ahora estoy aquí, apoyando a una gran agencia aduanal como Akatsuki. -cerró su computadora. -Debo irme, hoy es el cumpleaños de Ino y no puedo faltar.

-Naruto antes de que te vayas -le tocó el hombro- Mi familia va a hacer una pequeña reunión y quería saber si podrías acompañarme. No es nada ostentoso ni nada, pero no me gustan mucho ese tipo de cosas y sería mejor si estoy con alguien que me agrada -le sonrió.

-¡Gracias Konan! Claro que sí ¿Cuándo es el evento?

-La próxima semana. ¿En serio me acompañaras? No quiero incomodarte pero si me haría muy feliz que estuvieras conmigo.

-Sin ningún problema. -tomo sus cosas -Nos vemos mañana. ¿O te llevo a casa?

-Eres muy atento me ayudaría mucho. Solo espero no estarte quitando mucho tiempo.

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Muy cerca de las oficinas de Akatsuki, Sasuke se encontraba merodeando dicho lugar, pues Mei le había encargado la misión de acechar a la próxima heredera de la fortuna de esa empresa.
Llevaba ahí ya hora y media, se supone que las labores de los empleados acabaron hace una hora y la dichosa chica no salía del lugar.

Se encontraba en su auto, fumando y pensando en cuándo acabaría su pesadilla. No encontraba el momento para asesinar a Mei y sentía cada vez más lejos su venganza. También pensaba en lo que podría estar haciendo Naruto y su familia, ciertamente extrañaba la época en la que Minato estaba vivo.

Luego de su tercer cigarro por fin vio algo de movimiento. Al parecer ese día se había quedado hasta tarde eso no era normal en su comportamiento. Vio también que no estaba sola, seguro era su novio o algo así eso no representaba un problema…o al menos eso fue lo que pensó hasta que se dió cuenta de quien era su acompañante.

-Estúpido hijo de…

¿No le había dicho que se alejara? ¿Qué hacía tonteando con su próxima víctima? Para esos momentos Mei ya no lo tenía tan vigilado así que al día siguiente tendría una conversación muy seria.

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Finalmente era viernes y Naruto daba gracias a Dios por eso. Pensó en ir a beber algo con Ino e incluso salir a bailar, ya tenía rato que no salía a divertirse. Todo parecía ser maravilloso, llegó a su auto, abrió la puerta del piloto y…

-¡Ahhh! ¿Qué demonios? ¿Quién se atreve a golpearme? -recibió un golpe muy leve en su cabeza y giró sobre sus pies para ver de quien se trataba.

Claro que cuando se giro solo recibió otro golpe.

-¿Eres idiota o solo finges serlo? Lo vas a arruinar todo.

-¡Sasuke! -Naruto quiso abrazarlo, pero Sasuke lo rechazó de inmediato. -Ugh… que uraño, los treinta te afectan demasiado.  ¿Qué haces aquí? ¿No se supone que debes estar haciendo maldades para Mei?

-Y es justo lo que se supone que estoy haciendo. La pregunta aquí es ¿Qué haces tú en medio de todo esto? Te dije que te escondieras y en vez de eso te estas acercando a mi próximo objetivo.

-¿Objetivo? ¿De qué me hablas? Yo trabajo aquí idiota… Me he mantenido lejos como lo has pedido. ¿Qué tienes que ver tu aquí?

-¿De verdad trabajas aquí? Maldita sea eso solo complica las cosas -revolvió su cabello en señal de frustración- Entonces es necesario que lo sepas. Mei quiere secuestrar a tu novia y me pidió que la vigile para saber cual es el mejor momento para hacerlo.

-¿Hablas de Konan? Esa maldita perra, otra vez rondando mi vida sin que ella lo planee. Entiendo entonces que no puedo interferir o si no, mi familia se verá involucrada de nuevo. -Sasuke asintió. -Pero Sasuke… estoy harto de huir, harto de que esa mujer arruine mi vida y todo lo que hago. Parece ser que no tengo otra opción que encararla. Y para aclarar, Konan no es mi novia, se que tiene sentimientos por mi pero es solo una buena amiga que nos sacó a mi familia y a mi de un apuro. Es por eso que debo hacer algo por ella, no detendré el secuestro, pero si enfrentaré a la perra de Mei para hacerla pagar por todo lo que ha hecho. ¿Para cuando planea el asalto?

-Eso aun no lo sé. No hace mucho que inicie a vigilar, sabes que esas cosas llevan tiempo. Tampoco me hace muy feliz esta situación, tener que sonreírle a la asesina de mi familia sin poder hacer nada me frustra cada día -saco un cigarrillo y empezó a fumarlo- Mei no confía en nadie y yo con suerte puedo acercarme. Si de verdad te interesa tu noviecita creo que debemos actuar, así que si hay un momento en el que debemos empezar a trabajar juntos es ahora. Antes no me dejaba solo ni cuando iba al baño ahora al menos puedo moverme a libertad. Podría encontrarme contigo sino interfiero con tu nueva vida social.

-Ya te dije que no es mi novia, tú solo escuchas lo que te conviene. Estoy de acuerdo, hay que actuar ahora y comenzar a planear nuestra venganza, en verdad no eres el único que quiere matarla.

-Dijiste que le gustas ¿Verdad? Entonces usemos esa ventaja. Tu acercate mas a ella y así se le hará más difícil a Mei secuestrarla. No te será difícil, ya que al parecer se llevan de maravilla. Nos encontraremos de vez en cuando y te informaré de todo lo que me cuenten acerca de su plan.

-¿Acaso notó algo de celos porque ahora es ella quien pasa tiempo conmigo? -Naruto se rió un poco, extrañaba molestar a Sasuke aunque no entendía del todo sus celos. Solo tenían una relación de mejores amigos / hermanos ¿no?

-Oh pero claro. Los celos son una razón muy válida para estar aquí tonteando contigo sabiendo que me pueden matar si se llegan a enterar. Además tú pareces muy feliz así como estas seguro incluso ya te acostumbraste y solo pierdo mi tiempo.

-Si, son celos. -Naruto entró a su auto y bajó el vidrio. -Hay que tener cuidado incluso con este encuentro. Mañana nos vemos en la cafetería, que tú ya sabes, en el centro de la ciudad. No hay que fiarnos de nada. ¿Ok? Empezamos él
Plan: “Acaba con la perra inmunda” -Arrancó su auto.

-¡No son celos idiota! Ash. Quién está celoso -retomó sus actividades luego de eso.