Sasuke Uchiha

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Siendo su primer día de clases, era obvio que no conocía a nadie. Sin embargo no le tenía miedo a un cambio más y mucho menos la escuela, le gustaba bastante, se sentía incluso más motivado por hablar con Sasuke y conocerlo más.

-¡Mi nombre es Naruto Namikaze! Es un gusto conocerlos a todos y espero llevarme muy bien con todos ustedes. -Se presentó en su salón y como por arte de magia, inmediatamente hizo amigos. Se sentía tranquilo, pues si en su casa no se sentía del todo bien, la escuela era un buen lugar de escapatoria de la soledad.

Siendo el receso, se percató que toda la escuela sale por igual y eso significaba que Sasuke también estaría ahí. No tenían una cafetería, pero todos se concentraban en el patio. La escuela creía que era la mejor manera de hacer más amena la convivencia entre toda la escuela.

-¿Naruto comes con nosotros? -Un grupo de niños lo invitaron a almorzar con ellos.

-Denme un momento, los busco en un instante por favor. -Los niños asintieron y mientras ellos buscaban un lugar donde sentarse, Naruto buscaba con esmero a Sasuke, a quien encontró en lo más recóndito del patio. En un jardín prácticamente abandonado. Estaba leyendo un libro y completamente solo. -¡Hola!

-Buenos días Naruto-sama -Le respondió cortésmente Sasuke- ¿No debería estar con sus compañeros de salón? Es raro que alguien menor se acerque a los mayores. Estoy en un grado avanzado después de todo.

-Lo se, solo quería darte esto. -El Niño sacó de su bolsa de almuerzo un sándwich. -Lo hicieron en casa y creo que están deliciosos y ¡ah! Un dulce de donde vengo. -Ese se lo dio en la mano.

-Si, lo se -Le enseñó su propio almuerzo- Yo también tengo uno de esos sandwiches, vivimos en la misma casa recuerdelo. -Miró por un momento el dulce- Muchas gracias creo que lo probare después.

-Qué torpe soy, lo siento. Bueno al menos espero que él dulce te guste. Te veo después en casa y espero verte más seguido en la escuela. -Naruto se despidió agitando su manita y sonriéndole. Para Sasuke era completamente extraño que alguien se le acercara en la hora del almuerzo y de cierta manera le gustó su visita.

Cuando Naruto llegó a casa, lo primero que hizo fue realizar sus tareas y terminar sus deberes. No se consideraba un alumno ejemplar pero sí muy motivado por salir adelante, justo como su mamá lo quería. Cuando terminó fue a la habitación de su hermana, con la esperanza de que ella supiera más de Sasuke.

-Hola Ino, ¿estás ocupada? -El Niño entró temeroso pues tal vez interrumpía la muy apretada agenda de su hermana.

-¡Naru! -La niña de un salto ya estaba cerca de Naruto- ¿Quieres jugar?

-¡Por supuesto! Solo que antes de eso, ¿quiero saber si tú sabes algo sobre él niño Sasuke que vive en nuestra casa?

-Si conozco a Sasuke -Ino hizo algunos pucheros y gestos como si pensara- Un día simplemente apareció con papá y dijo que iba a vivir aquí. Su cuarto queda en el piso de abajo no como el de los otros empleados. Es muy amable cada que le hablo pero tampoco dice mucho. Siempre se la pasa entrenando con los hombres que trabajan con papá y su relación con él...yo digo que es rara porque a veces parece otro empleado y otras veces le trata como a mi. Siempre que pregunto me dicen que son cosas de grandes y no me cuentan nada. ¿Por qué querías saber?

-Pues papá me dijo que debo pasar tiempo con él y quisiera conocer más para saber cómo tratarlo. Gracias hermanita. -Le acarició el cabello. -¡Ahora si! ¿Qué quieres jugar?

-¿Naruto? -Su padre entró a la habitación y por consecuente Naruto entendía que no podría jugar con su hermana. -¿Terminaste tu tarea y tus deberes? Debes de ponerte al corriente con la clase.

-Ya lo he hecho padre, pensaba jugar un rato con Ino y...

-No puedes, lo harás después. Sasuke te está esperando en el dojo.

Naruto se despidió de Ino y con mucha tristeza siguió a su papá, al mismo tiempo se animaba pues vería a Sasuke y aprendería más de él. Cuando llegaron Sasuke se encontraba en medio del salón y vestido acorde para combatir con artes marciales.

-Como te dije, Sasuke se hará cargo de tu entrenamiento y veras que te ayudará mucho con técnicas de defensa personal y ataque. Sasuke termina con él en dos horas. Saldré un momento y cuando regrese quiero un informe.

-Si señor -Se despidió de él con una pequeña reverencia- Vamos a iniciar con lo básico. Las primeras posiciones y movimientos de desenfa. ¿Ya ha tenido algún inició en artes marciales Naruto-sama?

-Hola Sasuke. No ninguno, me temo decir que soy un niño debilucho jejeje. -Se rasco la nuca.

-Entonces así empezaremos -Se puso a su lado. La sala estaba llena de espejos justamente para facilitar el entrenamiento- Imite mis posiciones por favor, le explicaré cuando se deben usar.

Ese primer entrenamiento fue algo aburrido. No hicieron cosas impresionantes como las que Sasuke le había demostrado la primera vez que se vieron pero Naruto imagino que sabía lo que hacía por lo que no puso objeción. De vez en cuando le hacía preguntas a Sasuke para entender mejor el arte marcial pero fuera de eso no hablaban más y se estaba cansando de eso.

-Nos sobran 5 minutos. Si quiere puede descansar -Sasuke le ofreció un poco de agua mientras se sentaba.

-¡Gracias Sasuke! -Bebió un poco y aprovechó ese descanso para preguntar. -Sasuke ¿puedo hacerte unas preguntas?

-Si puede.

-¿Cómo conociste a mi papá? ¿Y cómo es que eres tan bueno en esto?

-El me salvó la vida. He entrenado duro desde que llegué aquí para retribuir la bondad de su padre. Quiero suponer que lo hago bien si me deja a cargo de su hijo pero se que aún así no es suficiente.

-¿Y a qué se dedica mi papá? ¿Qué trabajos te encomienda?

-Él no me permite hablar mucho de eso sería mejor que le preguntara directamente.

Por más que lo intento en esa ocasión, no logró que Sasuke hablará más, siendo muy reservado con lo que puede hablar o no, dejo de insistir pero ahora quería ganarse su confianza y entender por qué servía a su padre y en su momento servirle a él.

Desde ahí decidió que todos los días almorzaría con Sasuke en el receso...

El hijo del Hokage Donde viven las historias. Descúbrelo ahora