Pasado

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Ya habían pasado 5 años desde que Naruto había llegado a la casa del Hokage. Teniendo ya 12 años, evidentemente, ya no era tan ingenuo como cuando llegó. Poco a poco se informaba más sobre lo que en realidad hacía su padre. Estaba consciente de que llegaría el momento en el que debería de tomar su lugar, pero ciertamente eso no le interesaba en lo más mínimo. Aunque existieran negocios turbios en la familia, también habían negocios independientes a la mafia y esos eran a los que Naruto quería dedicar su vida.

Aunque tuviera decidido hacia dónde iría su vida, su padre no quería que dejara de aprender a defenderse. Por eso Sasuke, conforme pasaban los años, le ponía retos aún más extremos a Naruto. Tales como: ir de cacería.

-¿Ya nos podemos ir Sasuke? De verdad me dan nauseas pensar en que tengo que cargar un venado muerto. -el pequeño Niño cargaba con pesadez su escopeta. Hacía pucheros y arrastraba los pies a través de los matorrales. -¿Nos iremos a casa hoy?

-No hasta que no mates a un venado. Mientras tanto seguirás comiendo atún en lata. -empujaba las ramas de los árboles, abriéndose paso. -Y déjame decirte que ya estoy harto de comer eso.

-Tú y tus ideas idiotas. Pudimos traer un camper, comida de verdad y algo de tecnología. ¡Pero querías enseñarme otro tipo de disparos! ¡Agh! ¡Caí en un montón de popo! ¡Vámonos ya! Dijiste que esto sería divertido para pasar tu cumpleaños número 17, pero déjame decirte que no es nada divertido.

La razón de estar ahí era porque, si, Sasuke quería enseñarle a cazar a Naruto, pero también era porque la cacería era una de sus actividades favoritas. Siempre lo hacía en su cumpleaños desde los 14 años y esta vez, consideraba que Naruto tenía la edad suficiente para acompañarlo. Normalmente se quedaba 15 días, pero para cómo iban las cosas sólo serían como 3.

-Se volvería divertido si lograras la meta que nos propusimos al venir aquí. ¿No te enseñe ya a cómo usar un arma más grande? ¿Cuál es tu excusa entonces? Será más bien que no puedes hacerlo. -Se giró para burlarse de él, al mismo tiempo que tomaba un descanso.

-Preferiría estar en un campo de tiro si lo pones así. -Naruto apuntó con su rifle hacia Sasuke, lo cual no sorprendió para nada al Moreno. Sin embargo, en vez de que le disparara a su compañero, apuntó un poco más arriba de su cabeza y disparó. Inmediatamente se escuchó algo golpear la tierra. -Ahí tienes a tu puto venado. Si te hubieras movido un poco más no lo habría visto en esa cornisa. Y te advierto que no seré yo quien lo despedace.

-Parece que por fin lo lograste -volteo a ver y en efecto era un venado pero la sonrisa no se le borraba- ¿Me estas diciendo que te vas a privar de esa experiencia? También es importante que aprendas ese tipo de cosas. Son prácticas básicas de supervivencia por si alguna vez lo necesitarás.

-No gracias. ¿No veo por qué yo debería sobrevivir en el bosque? No es mi ideal de vida ¿sabes? No se como esto te divierte. -Naruto se recargo en su rifle mientras veía como Sasuke lo ataba para llevarlo hasta su campamento.

-Y yo no sé cómo es que te volviste un enano  adolescente insufrible. No te pareces en nada al Niño que llegó hace 5 años. Ahora solo pareces mimado.

-Cállate sigo siendo él mismo. -Hizo un puchero por él comentario.

Sasuke sabía cómo golpear el orgullo de Naruto, pues durante todo ese tiempo él rubio había prometido nunca cambiar lo que era. Por eso disfrutaba de darle de golpes a su realidad.

-Entonces deja de comportarte como mimado y ayúdame con la cena.

De muy mala gana Naruto acepto a ayudar. Realmente Sasuke se estaba esforzando por enseñarle algo y por pasar un buen momento a pesar de sus quejas y su ceño fruncido.

El hijo del Hokage Where stories live. Discover now