Capítulo 19

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Por un momento dudó en contestar, por lo general Owen la llamaba o enviaba algún mensaje para citarla a una hora diferente en su casa, no era como si hubieran establecido una comunicación más amistosa o amorosa como se supone hacen las parejas, no obstante que se comunicara con ella en este momento era algo extraño, debido a que al día siguiente no se verían.

-Tu celular está sonando- le dice Lucy como si ella no se hubiera percatado.

-Sí, no es importante- colgó la llamada y silenció el teléfono pensando en que ahora no estaría disponible para él, después le devolvería la llamada. Además, no es como si entre los acuerdos estuviera el de siempre estar disponible para el otro.

Mientras el taxi hacía su recorrido hasta el lugar de destino ella recordaba las palabras de Owen, los acuerdos básicos de su extraña relación. No podía decir que lo que recibía a cambio fuera insatisfactorio, porque definitivamente era el mejor sexo de su vida, pero había algo más que le hacía falta y la hacía sentir sola y un poco vacía.

Al llegar a la discoteca el ambiente era alegre, la música retumbaba en los oídos y para hablar debía ser a gritos cerca del oído del otro. Martina le escribió a sus amigas, para invitarlas por si alguna estaba disponible, aunque sin esperar que realmente aparecieran debido a sus ocupaciones.

Lucy le había dicho que allí se encontrarían con unos amigos, algunos colegas del restaurante y uno que otro de otro de sus allegados. Marina no entendía muy bien el porqué de tantas personas y que Lucy quisiera su presencia hasta que vio cómo algunos se acercaban a la morena y la felicitaban e incluso le entregaban algunos regalos. Fue en ese momento en que se dio cuenta que era el cumpleaños de la chica, lo cual ella no tenía presente y se sintió realmente mal por no saber de aquello con antelación.

-Oye, ¿por qué no me dijiste que era tu cumpleaños?- le grita en el oído y ésta se encoge de hombros

-Sólo quería salir a disfrutar con mis amigos y tú eres una muy especial, así que no podías faltar. Además no es como si quisiera que me regalaras algo más que tu presencia- le guiña el ojo y Martina le ofrece una sonrisa y un fuerte abrazo para desearle un feliz cumpleaños.

-¿Cuántos cumples?

-Eso no se pregunta- la regaña la morena

-Pero de qué hablas si eres joven- le expresa con la ceja levantada

-Pues he decidido quedarme en 25 años y celebraré esa edad por mucho tiempo- Martina suelta una carcajada y niega divertida por la respuesta de la chica, que sólo aparentaba ser un par años mayor que ella.

-Entonces por eso me preguntabas si estaba libre mañana, para ir de largo esta noche.

-Por supuesto amiga, desde que estás trabajando con el buenazo del jefe no te he vuelto a ver- recibe una copa de un líquido transparente que Martina no logra identificar, pero por la cara que hace la morena al beberlo, entiende que es fuerte – Hoy era necesario pasar un rato alegre y que mejor excusa que mi cumpleaños número veinticinco- le grita al oído a Martina, siendo esa la única opción para escuchar lo que otra persona diga.

El lugar es agradable, Martina nunca antes había entrado, pero es espacioso, tiene muchas mesas alrededor de una gran pista de baile y la música es agradable porque a ella le encantan los ritmos latinos y esos parecen primar gracias al dj que se ubica en una tarima alta viendo hacia la pista.

-Hola preciosa- se acerca un hombre alto de cabello oscuro y ojos de igual tono a la morena, la abraza y la felicita.

-Martina, déjame presentarte a mi primo, se llama Julián, hace poco llegó a la ciudad y también es chef.

Martina en busca del OWhere stories live. Discover now