Capítulo 54

66 8 3
                                    


—El abuso sexual es un evento que marca la vida de muchas personas, en especial mujeres de todas las edades, aunque no las únicas, y éste representa un gran golpe en sus vidas, en sus cabezas pueden repetirse frases como "fue mi culpa", "tu no vales nada", "eres un objeto que otro puede usar cuando quiera", entre otras que la sociedad agrava con relacionarlo a la ropa que llevabas puesta, el lugar en el que estabas, el que estuvieras sola o la decisión que tomaste para llegar ahí, sin darse cuenta que dan a entender que quien sufrió el abuso es la culpable de ello cuando no es así, pero lamentablemente se revictimiza a la que ha sentido la agresión, pero hoy, nosotras aquí reunidas sabemos que no es así, que la culpa no es de aquellas que sufrieron y por tanto no deben sentir ningún tipo rabia hacía sí mismas— Exponía la mujer de cabello canoso y anteojos cuadrados mientras miraba a cada una de las presentes.

Los días, las semanas, un tiempo más había pasado después de su nefasto encuentro con Alejandro, pero aún recordaba cuando se hallaba en la clínica con los médicos atendiendo sus heridas; con un afligido Owen a su lado y un apesadumbrado Damián ofreciéndole sonrisas que no lograban reflejarse en su mirada, después de verse en tal estado se sintió como una completa idiota, se reclamó lo que ellos no fueron capaces de preguntarle o gritarle y pasó por varios estados de ánimo, primero trató de ser indiferente, no es como si lo hubiese hecho un desconocido, se trataba del papá de su hijo y se lo repitió una y mil veces, pero aun así no se sentía tranquila, luego fue depresión, no quería levantarse de la cama ni comer, se sentía como una completa tonta por haberlo buscado, ya era feliz con lo que tenía y no era necesario ir sola a ese lugar, se repetía sin dejar de llorar; luego se llenó de rabia hacia sí misma y hacia todos, no quería que nadie le hablara o estuviera con ella, luego se llenó de ansiedad y empezó a cocinar como loca, a organizar la casa y a hacer más de una tarea al día para ocupar no sólo su cuerpo, sino también su mente.

Owen y Damián estuvieron a su lado, no la cuestionaron, ni le reprocharon como ella lo esperaba, pero algo que ella no podía dejar de sentir, era que le tenían lástima y eso la enojaba aún más, quería olvidar todo y que todos también lo hicieran, pero ahora sabía que no era algo que pudiera solucionar como si se tratase de un acto de magia. Eso lo había entendido gracias al proceso terapéutico al que Owen le obligó a asistir, porque en un principio cual niña rebelde aquel casi tuvo que arrastrarla al consultorio de la Doctora Smith, quien ahora en una terapia grupal hablaba con diversas mujeres que también habían sido víctimas, cada una con una historia tan fuerte y deprimente que en su cabeza la suya podría pasar como la menos grave. Sin embargo, ahora entendía que sí era importante para ella, que como ser humano que era había sido lastimado, herido y agraviado en más de una forma, porque la violación y golpes de Alejandro habían sido sólo una parte de lo que había tenido que sufrir a su lado por años.

—Entre las secuelas ahora entendemos que está la depresión y el abandono de la persona a sí misma, incluso se puede llegar a tener trastornos alimenticios, tendencia a la drogadicción, intentos de suicidio, entre otros, que buscan evitar la realidad y dejarse llevar por el deseo de autodestruirse al creer que no tienen valor. Ahora bien, gracias a nuestro proceso psicoterapéutico sabemos que no hay que dejarse llevar por ese deseo, porque todas ustedes son valiosas e importantes tanto para ustedes mismas como para sus seres queridos, bien sean amigos, padres, hijos, o cualquier otro que a su vez se ha convertido en el tan importante apoyo para sanar.

Aquellas palabras le hicieron recordar a las personas queridas que no la habían dejado sola en todo esto, por su parte sus amigas no escatimaron en brindarle consuelo y amor, cada una a su estilo, Isabela tomó días libres en la clínica para dedicárselos a ella, Abril salía de la oficina casi todas las tardes para estar a su lado, incluso sacrificó algunos de sus tan lucrativos fines de semana para simplemente hacer pijamada en la pequeña casa, a la vez que Calíope desapareció por un tiempo sabiendo que su destino había sido el que la había lastimado, no quería preguntar qué había hecho, pero estaba segura que nada bueno.

Martina en busca del ODonde viven las historias. Descúbrelo ahora