Capítulo 35

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Por más que Martina intentó hablar con su hijo le fue imposible, sin embargo, antes de preocuparse como solía hacerlo, pensó se estaría divirtiendo con sus amigos, porque el día anterior Damián le había mencionado que festejarían el cumpleaños de un compañero y después de que ella le diera una y mil recomendaciones para evitar cualquier contratiempo o comportamiento indeseado, le había colgado la llamada enviándole como siempre un beso y una bendición.

Así que suponía estaría con sus amigos y a consecuencia de su diversión había olvidado cargar el celular, así que intentaría comunicarse con él más tarde.

Anna se había marchado con una sonrisa en los labios y esperaba ansiosa a que la llamara para informarle del éxito de su comida con su esposo, al cual no conocía, pero había logrado apreciar a través de las palabras de su nueva amiga, más cuando le contaba de lo que el hombre era capaz de hacer por amor, como ingerir alimentos poco recomendados y en demasía extraños y poco apetitosos con tal de no ofender a la castaña, lo que realmente era un punto a favor del hombre.

Recordaba cuando era más joven e intentaba cocinar sin mucho éxito recibiendo reproches y burlas por parte de su esposo, pero también recordaba como con constancia y teniendo la sonrisa de su hijo como meta había logrado mejorar sus habilidades con el paso del tiempo.

Hoy más que nunca estaba pensando en Damián, de alguna forma sentía lo estaba llamando con su mente, quería hablarle de Owen, una conversación más que urgente y que había dilatado por temores vagos e inoportunos, pero definitivamente Anna, sus amigas y el mismo Owen tenían razón al apurarla para decirle sobre su relación a su joven hijo, ya era alguien mayor que seguramente con una buena conversación entendería.

No obstante, de sólo pensarlo el corazón se le contraía de forma extraña y el estómago le dolía, lo cual era inaudito porque cuando analizaba toda la situación se sentía como si ella fuera la hija que va a informar y a pedir autorización a sus padres para tener novio, lo cual finalmente la hacía reír de sí misma.

Martina suspira mientras ve los ingredientes sobre su mesón de cocina, había llegado primero a su casa y pretendía cocinar algo que fuera del agrado de Owen, pero los pensamientos que Damián había ocupado durante tanto tiempo la hicieron elegir todo lo necesario para hacer uno de sus platos favoritos. Mira su celular y ve el mensaje de su amor informando pronto llegaría a casa, aquella frase le hizo sentir muy feliz sin poder disimularlo, porque si bien no es como si realmente vivieran juntos, lo que estaba sucediendo era lo más parecido a eso.

Toma la pechuga de pollo entre sus manos, la coloca sobre la tabla de madera y la filetea en piezas no tan delgadas para luego colocarla sobre un plato plano, mientras vierte aceite de oliva en un sartén grande a fuego medio alto, y mientras espera a que aumente la temperatura en éste sazona los filetes con sal y pimienta. Una vez termina de hacerlo los ubica dentro del sartén y sofríe durante 5 minutos por un lado y 5 minutos por el otro, una vez listas las coloca sobre un plato el cual cubre con papel aluminio para mantener el calor.

Escucha a Cariño agitado y lo ve correr hacia la puerta informándole con ese acto que Owen había llegado, él ya no necesitaba llamar a la puerta, porque en uno de sus momentos especiales, él mismo había tomado su llave para hacer una copia, expresando que como pareja cada uno tenía la posibilidad de entrar en la residencia del otro para hacerse compañía. Al recordarlo sólo sonrió por la ternura que aquel mostraba en ocasiones lo cual le hacía sentir afortunada por tenerlo a su lado.

Lo observó entrando en la cocina con una de sus sonrisas coquetas en el rostro y se acercó para besarla suavemente en los labios, mientras ella continuaba con su labor. Owen se sentó en una silla frente a la isla de la cocina y con detalle posó sus ojos sobre la de cabello oscuro para una vez más apreciar y de forma extraña estimular todos sus sentidos con tan sólo verla en acción.

Martina en busca del ODonde viven las historias. Descúbrelo ahora