Los bebés demonios de Chandler y Cusack

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El Rey Demonio tenía a su orgullo, los cuales son Meliodas y Zeldris, sus hijos, su sangre y carne.
Sin embargo, también los mira aún como unos bebés, no por su nivel de poder, sino porque son sus hijos, y es algo sobreprotector.

Así que un día, mandó a Meliodas y a Zeldris a ser entrenados por Chandler y Cusack.
Pero.......................
No solo para que fueran entrenados.....
Sino para ser cuidados también...

El Rey Demonio estaba hablando con Meliodas y Zeldris al respecto de esto, y les dió sus nuevas vestimentas, que era para bebés por supuesto, con su pañal y todo.

Zeldris: Padre porfavor, esto es vergonzoso, y si alguien se da cuenta?
Meliodas: No puedes hacerme esto, es humillante.
Rey Demonio: Ustedes 2 son mi orgullo, seres con niveles fantàsticos.
Sin embargo, aún siguen siendo niños, unos bebés.
Así que por eso los pondré en Abdl.
Zeldris: Padre porfavor, no nos hagas esto, te lo suplico.
Meliodas: Sí, nos es culpa de Zeldris de aún mojar la cama de vez en cuando.
Zeldris: Oye!
Rey Demonio: Silencio! Ya tomé mi decisión, seràn bebés y seràn cuidados por Chandler y Cusack y punto!

Ante ese grito, Zeldris por alguna raZón u otra, sus labios empezaron a temblar y sus ojos se llenaron de lágrimas, empezando a llorar, tratando de que no fuera audible.

En eso, llegaron Chandler y Cusack.

Rey Demonio: Llevenselos.

Los maestros se llevaron a los pequeños demonios de ahí, ahora con el deber de cuidarlos como si fueran sus hijos.

Salto de tiempo..............................

Chandler: Aaawww, verdad que mi Meliodas es tan tierno? *le pellizca la mejilla*.
Meliodas: *gruñe un poco con los brazos cruzados*.
Cusack: *calmando a Zeldris* Ya ya bebé, ya no llores más sí?

Zeldris seguía llorando, en los brazos de su maestro, siendo consolado por él con cariño y amor.
Cusack mecía de un lado a otro a Zeldris, moviendolo para así calmarlo.
Zeldris poco a poco se calmaba en los brazos de su maestro, ocultando su rostro en el pecho del mayor, teniendo ahora sus mejillas rojas y algunas lágrimas, pero ya sintiendose mejor.

Cusack: Aaawww, verdad que eres tierno? Sí lo eres, sí lo eres.

Cusack fue a prepararle una botella con leche a su bebé Zeldris, para que así estuviera un poco más tranquilo.

Cusack: Vamos Zeldris, bebe un poco de lechita.

Zeldris tomó la botella, mordiendo el pezón y empezando a succionar la leche.

Cusack: Eso es pequeño.

En eso, la pancita de Meliodas gruñe, indicando que tenía hambre.

Chandler: Mm? Mi pequeño demonio està hambriento?
Meliodas: *sonrojado, asciente con la cabeza algo apenado*
Chandler: Aaww, no te sientas avergonzado por eso bebé, sí?

Chandler se levantó con Meliodas en sus brazos y fue a prepararle algo de comer.
Chandler le preparó a su bebé puré de bananas, algo dulce y a la vez saludable.

Chandler sentó a Meliodas en una silla alta, cosa que fue vergonzoso para el rubio.
Meliodas se quejó al estar en la silla alta.

Meliodas: Chandler, sacame de esta silla, es vergonzoso.
Chandler: Pero pequeño Meliodas, te caerás en una silla normal.
Vamos, mejor come esto, te hará muy bien.

Chandler empezó a alimentar a Meliodas, éste se dejó alimentar por su maestro.

Salto de tiempo..........................

Meliodas y Zeldris fueron puestos en un corral de su tamaño, estando ahí con peluches, juguetes, entre otras cosas para bebés.

Zeldris por su parte, parecía entretenido con esas cosas, llevando un chupete puesto y jugando con unos peluches.
Meliodas por su lado, estaba algo aburrido, solo mirando a su hermanito jugar.

Meliodas: Se ve que te està gustando esto.
Zeldris: *Algo sonrojado* Bueno... esto no es tan malo... no lo sé, me gusta...
Me gusta que me hagan sentirme mejor, cómodo...
Me gusta que me carguen y que me den amor...

Lo último que dijo Zeldris puso a pensar un poco a Meliodas.
Chandler y Cusack los amaban mucho, Chandler a él y Cusack a Zeldris.
Ellls les daban amor, ya que para sus maestros, son sus hijos más bien...

Meliodas miró un chupete cerca de él en el corral, lo miraba como si estuviera esperando algo.
Al final, el rubio tomó el chupete y se lo puso en la boca, empezando a succionarlo.
Meliodas cerró los ojos mientras seguía succionando el chupete en su boca, empezando a gustarle esto.

Salto de tiempo, again.........

Ya en la noche, Chandler le daba biberón a Meliodas mientras que Cusack le ponía le quitaba la ropa a Zeldris, dejandolo solo con una camisa manga larga roja algo floja, su pañal, y unos calcetines negros.

Cusack: Eso es bebé, ya estàs.

Cusack le dió a Zeldris un peluche, un peluche de un demonio rojo.
Zeldris recibió el peluche y lo abrazó, agradecido por eso y feliz por tal regalo bonito por parte de su cuidador maestro.
Cusack sonríe al ver a su bebé feliz por el regalo, le encantó mcuho.

Zeldris abrazaba su peluche bastante feliz.
Pero en eso... Zeldris... sintió de la nada...
Un dolor...
Un dolor en su vejiga.....

Zeldris frunció el ceño y las lágrimas empezaban a salir.

Cusack: Zeldris, què sucede bebé?

Zeldris tenía los ojos fuertemente cerrados, soportando tal dolor en su vejiga, un dolor horrible.
Resulta que durante todo el día, Zeldris ha estado aguantando ir al baño, ósea, mojar su pañal.

Obviamente esto lo notaron Chandler y Meliodas, éste se preocupó por Zeldris.

Meliodas fue con Zeldris, tomandole la mano, cosa que Zeldris notó y miró a Meliodas.

Meliodas: Vamos Zel, tienes que hacerlo.
No hay de otra.

Zeldris trataba de calmarse, cerrando los ojos...
Y....


1 minuto después, se escuchó un algo audible sonido de cierto líquido derramarse.


Zeldris mojó su pañal, rojo de vergüenza...



1 minuto después, Zeldris terminó.

Cusack tomó a Zeldris y lo puso en el cambiador, empezando a limpiarlo.

Cuando Zeldris ya estaba, Cusack lo meció en sus brazos, haciendo que así, Zeldris tenga sueño poco a poco, algo que estaba funcionando.

Zeldris sentía sueño, sentía mucho cansancio...

El demonio menor se durmió en los brazos de Cusack, descansando en el pecho del mayor.
Cusack sonrió ante esto y llevó a Zeldris a la cama.
Meliodas se acercó a Zeldris y lo recostó su cabeza en sus piernas.
Meliodas acariciaba el cabello de su pequeño hermanito, una escena adorable de ver.

Más tarde, ambos bebés estaban dormidos en la cama.
Los maestros llevaron a cada uno a su cuna, dejandolos dormir tranquilamente.



Nanatsu no taizai in abdlWhere stories live. Discover now