Nanatsu no taizai in abdl

Baby Elizabeth 2

Ha ganado la opción B: Elizabeth se moja por completo

Elizabeth al llegar a la puerta del baño, apenas toca la perilla de esta, pero, ya era demasiado tarde.....
Ya estaba completamente empapada entre sus piernas, incluso eStaba goteando.

Elizabeth suspiró cansadamente y mejor fue a su habitación rápidamente para limpiarse y cambiarse.

Meliodas estaba limpiando algunos vasos de tequila, fue cuando miró a Elizabeth, la miró por debajo, y ahí, lo vio.
Miró que estaba mojada, de forma casi exagerada.
Meliodas fue tras ella por supuesto, necesitaba ayuda la peliplatiada.

Elizabeth se encontraba en su habitación, ya limpia y vestida.
Meliodas estaba cerca, la estaba mirando, fue cuando miró que la chica se acostó en la cama, hasta quedarse profundamente dormida.
Meliodas entró a la habitación y aprovechó lo que debía de hacer.

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Elizabeth al despertar, miró algunas cosas raras en la habitación, es más, parecía que estaba en una habitación totalmente distinta a la suya.
Elizabeth trató de levantarse, pero luego miró que estaba atada, brazos y piernas. Luego, sintió algo entre sus piernas, algo cómodo y extraño a la vez. Elizabeth miró que era y......
Sus ojos se quedaron abiertos por lo que estaba viendo, estaba usando un pañal!!!

Elizabeth: Pe-pero qué ha pasado????

En eso la chica escucha la puerta abrirse, ahí miró a Meliodas.

Meliodas: «le sonríe» Que bueno, ya despertaste.
Elizabeth: Se-señor meliodas, qué, qué está pasando???
Meliodas: Pues... Verás, últimamente te he notado algo mal. Has estado teniendo problemas con algo al respecto, con su vejiga.
Te revisé y miré que has perdido completamente el control de tu vejiga, la razón no la sé, pero puedo ayudarte al respecto con eso.
Y no te preocupes, te cuidaré «le toca el trasero de manera pervertida».
Elizabeth: Ay «se sonroja».

Meliodas cuidó bien de Elizabeth, tratandola como una bebé, cambiandole el pañal, dándole de comer, acostandola temprano, jugando con ella, etc.
Elizabeth no le importó esto, ella sentía que lo necesitaba, y que Meliodas sabía lo que hacía, por eso no se opuso o algo parecido, mucho menos en las ocasiones en las que la tocaba.