Sin importar los riesgos que implicaba bajar a la tierra para ofrecerle compañía y que sus sentimientos crezcan en contra de todo.
Era algo que valía la pena pasar.
Y mientras pueda escuchar su voz junto a la lira, no había de que preocuparse.
♡ #6...
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—Quisiera que todo dejará de existir por un momento e imaginar que todo lo que he soñado se hace realidad, tal vez de esa manera, no tengo que soportar toda esta mierda.
A pesar de que la castaña abrazaba con fuerza sus piernas y que Roseanne tomaba de sus manos, sentía que en algún momento se le iría la fuerzas.
Por suerte, ese día la rubia había llegado mucho más temprano e intentaba calmar la inquietud de su ángel.
—Nunca pedí ser un ángel y mucho menos soy capaz de manejar mis sentimientos, estoy pagando por una ridiculez que no está bajo mi control, esto me volverá loca. Roseanne, ¿Por qué tengo que temer tanto? ¿Por qué aún estando en la tierra, el cielo tiene que ser tan cruel conmigo? ¿Por qué no me dejan ser feliz junto a ti?
Roseanne sentía como su corazón se quebrara a medida que Jennie hablaba, quería poder entenderla y ayudarla de alguna manera, pero eso no dependía de ella, dependía de algo más.
Aunque se encargaría de que eso cambiase.
Cuando se dio cuenta de que el sol estaba a minutos de ponerse, se levantó, haciendo que Jennie haga lo mismo.
— ¿Que haces? — Preguntó confusa.
—Tu solo sígueme.
La castaña asintió.
Como pudo Roseanne intentó engancharse a Jennie, para que así al volar, fuese más sencillo.
Tras unos minutos, lo logró y ambas volaron hasta estar en la punta de una montaña.
— ¿Que hacemos aquí?
La rubia señaló al sol, que ya estaba dibujando el cielo con colores hermosos colores y cálidos.
Dejando que sus rayos se toparan con el rostro de las dos, quedando en silencio al percatarse de la perfección de la otra.
—Calmaré tus inquietudes siempre que yo exista y teniendo al sol como testigo, después de enfrentarme a Dios, no habrá nadie que tenga control de la vida de otro ángel, que no le deje amar o ser simplemente ser feliz, si habrá alguien, tendrá que ser real y fiel, hasta que eso no pase, no descasaré hasta tener la justicia que todos merecemos, no dejaré que te sigan atormentando.
Jennie se quedó en silencio, sintiendo como sus lágrimas corrían por su rostro.
Sentía su corazón palpitar con fuerzas, cargado de alivio y temor.
—Mientras que tu estés aquí y sientas que todo está fuera de lugar, respira, toma aire y mantente así, haz sido fuerte antes y lo serás más ahora.
La castaña se abalanzó a los brazos de Roseanne, aferrándose a el como nunca lo ha hecho antes.
Quería gritar a los cuatro vientos que estaba con la chica más valiente del mundo y que gracias a ella, ha podido seguir hacia adelante.
Quería verle la cara a Dios y decirle que ya nadie le iba a temer, que las cosas cambiarían y que el verdadero paraíso venía en camino.
Por una vez, le quiso ganar al miedo y sentir lo que realmente era el valor.
—Roseanne, si hay algo que aprendí de estar allá arriba, es que nunca dejaría atrás a quienes realmente quieren hacer una buena causa y tu... Sabes perfectamente que te apoyaré, te daré todo lo que me has dado aunque no me alcance la vida.
Aquella escena de las siluetas de las chicas unidas por un abrazo, con un fondo dorado y destellos rojos, cautivaron y conmovió el corazón de SeungWan que veía a los lejos.
Era el paso más importante para poder comenzar su plan.
La ángel cerró sus ojos y sonrió, sintiendo en su corazón como el sentimiento de sus cercanos se basaban en la esperanza.
Era el sentimiento más hermoso que ha podido sentir después de años y esperaba que fuese así durante más tiempo, porque sabía que eso sería importante en el desarrollo de todo.
SeungWan aprendió a estar sola para evitar sufrir, aún cuando en el fondo le gustaría estar junto a alguien, al menos ella esperaría a que todo acabara y asegurarse de que nada pasaría cuando estuviese entregada a ese alguien especial.
Pero por ahora, la fuerza de Roseanne, Jennie, JiSoo y SeulGi, le bastaba para poder seguir adelante.
Finalmente, entendió que era lo siguiente que había que hacer, así que dejó sola a las dos chicas, volviendo al cielo.
Mientras que Jennie y Roseanne seguían sumidas en ese abrazo cargado de sentimientos, cayó la noche y ahora las estrellas eran quienes iluminaban el lugar.
—Estuve pensando en lo que habías dicho el otro día, no quería llegar a la conclusión de que realmente harás algo por todos nosotros porque pensé que sentiría miedo y me pondría peor, pero no es así, me siento feliz.
—Pensé si era bueno decírtelo o no precisamente por eso, pero después de analizar bien todo, creí necesario hacerlo, no podía empezar algo tan grande como esto sin que tu estuvieras enterada.
La castaña sonrió, alejándose un poco hasta chocar frentes junto a Roseanne.
—Gracias por hacerlo.
—Gracias a ti por mostrarme desde un principio como es el mundo.
Las chicas estuvieron ahí otro rato más, viendo el cielo y hablando de lo que podrían pasar en los próximos días, con la diferencia de que ya no lo decían con miedo.
Se habían vuelto más fuertes y por fin se dieron cuenta de ello.
No iban a desperdiciar eso, nunca más.
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Feel my blood runnin', swear the sky's fallin'
How do I know if this shit's fabricated?
Time goes by and I can't control my mind
Don't know what else to try, but you tell me every time Just keep breathin'
