Sin importar los riesgos que implicaba bajar a la tierra para ofrecerle compañía y que sus sentimientos crezcan en contra de todo.
Era algo que valía la pena pasar.
Y mientras pueda escuchar su voz junto a la lira, no había de que preocuparse.
♡ #6...
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Desde la última vez que estuvieron reunidos, los días parecían ir cada vez más lento y era desesperante para todos.
Los querubines no han vuelto a aparecer y los serafines parecían estar tan metidos en sus asuntos que lo más probable es que no sabían que era lo que estaba pasando.
De hecho, si ellos no fueran parte de eso, jurarían que las cosas seguían siendo tan normales como cualquier día.
Era una tranquilidad desesperante.
—Roseanne.
La rubia se sobresaltó al escuchar la voz de TaeHyung y se volteó a verlo.
—No quise asustarte, pero ya es momento de que te prepares, dentro de unos días vendrán a buscarte.
Y no respondió.
En los últimos dos días había sentido mucha presión, se supone que estarían en constante comunicación, pero JiSoo no aparece, SeulGi parece que se la tragaron de la faz y SeungWan solo dijo que haría unas cosas, que iría cuando fuese de urgencia.
No sabían si las cosas estaban yendo bien o mal, pero por lo poco que KyungSoo y NamJoon le han dicho a su nuevo acompañante, los querubines supieron de inmediato que era sobre la rubia y era cuestión de horas o días para que fueran a buscarla.
Para ello, no podía estar sola.
Y era justo como estaba.
Sola.
TaeHyung se acercó y la abrazó, quien de una vez se aferró al cuerpo del chico.
Por más que solo hayan pasado unas cuantas semanas, bastaron para que se sintieran empatizados y bien con la compañía del otro.
Parecía que se habían conocido de mucho antes.
—Entiendo como te sientes.
Y escuchó como la ángel soltaba un suave sollozo.
Ya había pasado por esto, pero algo le hacía sentir que era diferente.
Roseanne tenía la valentía que le faltaban a muchos, pero en el momento menos importuno, sus sentimientos le jugaban en contra y la bloqueaban.
TaeHyung ha sentido eso muchas veces, pero solo con la ayuda de JiMin fue que siguió hacia adelante y estaba agradecido con el, porque ahora puede hacer lo mismo por otras personas.
—Creo que todos hemos estado con alguien que nos daba fuerza, no sé como lo hacía Jennie, tampoco las otras chicas, pero si me permites, me gustaría ser ese pilar ahora mismo.
Como respuesta, Roseanne tomó la mano del chico y se separó de el.
De su mano, emanó una luz al igual que en los ojos del rubio.
