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La castaña esperaba con nervios a la llegada de Lalisa, tanto así que su pierna izquierda amenazaba con taladrar el techo del departamento que estaba debajo.

¿Realmente su ayuda funcionará para algo?

Es decir, en la tierra, ni los mismos religiosos son capaces de dar una prueba contundente que afirme la existencia del cielo o el infierno porque simplemente no son "autorizados", para ellos es algo que no existe, sin tomar en cuenta lo que dice la biblia; que para Jennie, está llena de estupideces y más bien, parece una historia que escribió Dios solo por aburrimiento.

O eso pensaba, también tenía muchas preguntas sobre eso.

Agitó un poco su cabeza para evitar caer entre ramos de preguntas y concentrándose en lo que realmente importaba en ese momento.

Empezó a mirar la terraza que ya conocía a la perfección, sin embargo, notó el destello del sol contra la pequeña lira que estaba sobre una pequeña mesa.

Sonrió inconscientemente al recordar la linda imagen de ver a la ángel tocarla y cantar, encontrando un poco de calma entre sus nervios.

Y pensó que estaba bastante feliz de que hayan llegado a ese momento.

Esta vez estaban luchando por un mejor futuro.

Parece un sueño.

Un sueño que esperaba que terminara bien y no en una pesadilla.

El sonido de la puerta abrirse hizo que Jennie se alertara, viendo como la pelinegra pasaba con un chico detrás.

El mundo es un pañuelo.

El pelirrojo estaba confundido de como es que terminó en una terraza, siendo de que alguien más esperaba ahí y quedó más desconcertado cuando vio a la tailandesa saludar a la nada.

—Manoban, sabía que tu inteligencia era un poco más bajo que el promedio pero no a este punto.

La mencionada se giró, alzando su ceja y observando al chico con desafío.

— ¿Me quieres poner a prueba?

El pelirrojo entrelazó sus brazos y sonrió, en su mente, había ganado la batalla.

—Adelante.

—Pero me gustaría apostar, si pierdes, debes pagarme cinco citas con JooHyun, si pierdo, cuido de HanMin durante dos semanas, ¿Trato? — La chica extendió su mano, siendo estrechada enseguida por la de BamBam. —Muy bien Bambi, tu crees que no hay nadie en este lugar, pero hay cosas que no sabes y que simplemente tu cerebro no es capaz de percibir, ¿Cierto?

La desterrada veía esa escena aguantando la risa, a veces se preguntaba como es que su vida era capaz de dar una vueltas tan absurdas como estas.

Pero ahí estaba, viendo a dos tailandeses pelear por algo que se podía resolver en cuestión de segundos.

꧁ Sing For You - Chaennie ꧂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora