Capítulo tres

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Me atrasé con el capítulo de disculpas porque me había atrasado. Soy un desastre. :[

En fin, gracias por leer. Comenten.



Sus tíos eran personas pacíficas y respetuosas, no exigían demasiado y lo dejaban hacer lo que quería. Por parte de SooBin, él era... muy blando, demasiado manipulable. Sería bueno para YeonJun en el futuro, probablemente.

YeonJun había pasado meses realmente aburridos, pero había algo que captó su atención. Eran detalles pequeños y mentiras que cualquiera se tragaría, y debido a lo poco que el pequeño alfa conocía a esa familia, al principio no fueron fáciles de identificar. Pero eventualmente, pasó, él no era ningún tonto.

La primera pista importante se dió a conocer gracias al cumpleaños número once de SooBin, YeonJun estuvo ocupado dicho día porque sus padres lo habían enviado de viaje días antes. Cuando volvió, notó que se había llevado a cabo una celebración, ya que por más que quisieran ocultarlo, SooBin tenía juguetes nuevos y una pésima manera de tirar envolturas a la basura.

Ahí fue que YeonJun se dió cuenta, realmente ni siquiera era bienvenido en las celebraciones familiares, ellos no lo querían cerca. Y lo que le importaba no era eso, sino cuál era la razón de su exilio.

Por más que intentaba recordar algo que a sus padres se les haya escapado durante sus visitas o su vida antes del instituto, YeonJun no lograba encontrar algo relevante.

¿Por qué intentaban ocultarlo? ¿O es que había algo que querían ocultar de él?

YeonJun tampoco se comió la cabeza con ello. Eventualmente se enteraría, los secretos siempre salen a la luz, ¿no?

Las semanas seguían pasando e incluso él había olvidado aquel gran secreto. Sus días habían sido ocupados por adaptarse a la nueva cultura y asistir a clases para apoyarse una vez que entrara definitivamente a la escuela, aunque aún faltaban un par de meses para eso.

Eran inicios de Marzo, y nuevamente la familia Choi actuaba de forma sospechosa. YeonJun podía enumerar todas las peculiaridades, pero entre las más importantes estaban:

Número uno: Murmullos.
Éso era nuevo, porque ahí no estaban acostumbrados a dicha actividad.

Número dos: SooBin. Bien, ese niño era normalmente extraño, pero esos días cada que YeonJun hacía una pregunta inocente como "¿te hubiera gustado tener un hermano?", el niño entraba en pánico.
Por supuesto, YeonJun sólo había preguntado eso porque ese niño era como un chicle, se pegaba a YeonJun en cada momento del día alegando que quería que fueran amigos.

YeonJun no era un monstruo sin corazón o algo, era algo malhumorado, sí, pero hasta él sabía que por más que se hubiera presentado seguía siendo un niño. Y como un niño, estaba encantado de tener un amigo.

Sólo que la manera de ser amigos que él había aprendido era literalmente de otro continente.

Oh, sí, pero volviendo al tema.

Número tres: SooBin de nuevo. Este niño no tenía vida propia, eso estaba claro, pero solía salir bastante seguido, alegando que iba con sus amigos. YeonJun no quiso pelear por más información, pero era obvio que mentía. Para empezar, porque era terrible haciéndolo, y para terminar porque él mismo había dicho que no tenía, por eso se pegaba a YeonJun.

Y entre las más importantes, la número cuatro: un nombre que se había escapado de la boca de los Choi en repetidas ocasiones. BeomGyu.

No sonaba familiar, literalmente familiar, porque el primer nombre que tenía era Beom. No compartía nombre con alguno de los Choi que YeonJun conocía. SooBin compartía el Soo con su padre, al igual que YeonJun compartía su primer nombre con YeonHyuk.

Twisted [ YeonGyu; Omegaverse ]Where stories live. Discover now