Stranger ; Park Jimin +18 (COMPLETA)

XLI

Me acomodé el jean frente al espejo tratando de que quedara a mi gusto, miré la hora de mi teléfono; cinco y media de la tarde. Terminé de arreglarme y salí tomando mi bolso que estaba sobre la cama llevando adentro de el un suéter por si las dudas y demás cosas necesarias que siempre llevaba conmigo.

Salí de mi casa sintiendo la calidad luz del día y una muy suave brisa, me dispuse a caminar sin mirar mucho a la gente sumergida en mi mundo y con eso me refería a que en mi cabeza volvía lo que había pasado con Jimin esta madrugada en mi cama, se fue luego que despertamos, que por cierto aún tenía muchísimo sueño pero me lo tenía que aguantar igual no reprochaba lo que había sucedido.

En todo el camino fue así, hasta que me llamó.—¿Hola?

—Hey lindura, cómo estás.

—Bien Jimin. ¿Tú llamada es por? — pregunté mientras cruzaba la calle fijándome bien si venía algún vehículo o no.

—¿No puedo llamarte? Usualmente te mando mensajes lo sé, pero quizás te llame seguido para escuchar tu voz. — reí.— ¿Te recuperaste de hoy? Siento haber sido rudo.

—Sabes que estás orgulloso de eso igual.

—Sí.— admitió como si nada. Una risita salió de mí.

—Estoy bien, no es como si no estuviera acostumbrada a ello.

—Ahg, no quiero saber, no tendrías que compararme con nadie más de los idiotas que hayas estado cuando ahora aceptaste decir que eres mía cuando estábamos haciéndolo.

—Yo no dije nada.

—Sí lo hiciste, me acuerdo perfecto. No puedes negarte. Ese momento queda en mi memoria para siempre Hyesun.— rió.

—Eh.. tendré que colgar porque debo cumplir mi horario, adiós.

—¿Trabajas hoy?

—Sí, ya estoy próxima a llegar así que tengo que colgar adiós, estúpido.— oí su risa, disfrutaba de estos momentos cuando me ponía nerviosa aunque sea por llamada.

Colgué.

Entré al lugar saludando al guardia que trabajaba con nosotros cuidando la entrada, fui directamente al lugar de los empleados a dejar mi bolso y sacar del mismo el delantal que usábamos para trabajar, pase la tira por mi cuello y luego até las otras por atrás mi cintura, mis compañeros estaban en el mostrador trabajando, los saludé y así empezó mi tarde.

...

Un ruido escándaloso de un cristal rompiéndose sonó en todo el lugar más la sorpresa de la gente, dejamos de hablar con los chicos para mirar de donde provino el ruido, una pareja con sus seis hijos habían sido los responsables, al parecer uno de ellos en un acto rebelde o de mal gusto hizo caer el vaso de vidrio.

—San, esta vez te toca a ti encargarte de estos casos.— se quejó pero terminó yendo al lugar para arreglar el asunto. Mis dos compañeras fueron a la parte de arriba para ver si alguien necesitaba de atención, dí la vuelta para ir detrás del mostrador y limpiar la bebida desparramada de ahí ya que la máquina de café y demás estaba situado en ese lugar.

La verdad ya había pasado horas desde que estaba ahí trabajando pronto podría volver a casa, finalmente. Pasé el trapo tan entretenida por la superficie marrón hasta que ví unos brazos apoyarse en esta y se cruzaron apoyando su peso, levanté la vista para encontrarme con un cliente, pero en lugar de eso ví a Jimin mirándome entretenido.

—¿Que haces aquí?

—Bueno, yo que sepa este es un lugar para comer, tomar algo, juntarse con amigos y mucho más.—siguió alardeando con aquella mirada de ganador.