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Minho esperó hasta que Jisung se derrumbó en el sueño antes de ir al baño para tomar una ducha. Tenía que hacer algo para impedir pensar en el ser humano, o lograr al hombre mientras dormía.

Aún podía ver el hermoso cuerpo desnudo de Jisung inclinado y esperándolo. Cuanto más pensaba en ello... La imagen se reproducía una y otra vez en su cabeza, hasta que su cuerpo se sentía como un gran nervio al descubierto. Su piel estaba apretada y Minho estaba preparado y listo. Simplemente no podía tocar a Jisung. No cuando el humano pensaba en el sexo como obligación.

Minho se sacó la ropa y la dejó caer en el cesto antes de entrar a la ducha. Cuando empezó lentamente a enjabonar su cuerpo, se preguntó si Jisung estaría soñando con él.

El calor del rocío lo hizo gemir. El agua se sentía tan condenadamente bien golpeando contra sus tensos músculos. Inclinó su cabeza hacia adelante, dejando que riachuelos de agua cayeran por su cuerpo, mientras su cabello se empapaba.

Bien, esto se sentía tan bien... casi tan bien como se sentiría... Minho gimió y se pasó una mano por la cara.

Si Minho pudiera haber diseñado al hombre perfecto, sería una copia exacta del que yacía en su cama. El cabello tapándole los ojos, su color, la piel pálida, pulida.

Jisung era un humano maravilloso.

Minho no debería estar excitado. Él lo sabía. Pero cada vez que pensaba en toda esa carne desnuda, su pene se llenaba. Él sólo quería sentir las manos del hombre en él, su boca. quería sentirse hundiéndose en Jisung.

Maldición.

Cuando comenzó a enjabonar su pene, él imaginó todo lo que él quería explorar... La delgada construcción de Jisung, sus pronunciadas curvas y en especial su trasero apretado. Cuanto más se imaginaba, más duro él estuvo. Simplemente no había manera de evitarlo. Iba a tener que hacer algo para aliviar el dolor, o él nunca iba a conseguir dormir.

Minho casi lloró de alivio cuando se encontró con el pequeño tubo de lubricante resistente al agua que había dejado en la ducha. Él abrió la tapa y se sirvió una línea gruesa desde la base hasta la punta, enjabonando el gel fresco alrededor de su pene.

Cerró los ojos y se inclinó hacia delante, apoyando su mano en la parte del cubículo frente a él. Mientras rápidamente se acariciaba a sí mismo, era la boca mágica de Jisung con la que soñaba. En su mente, los labios de Jisung envueltos alrededor de su pene, chupándolo hasta su orgasmo.

Cuando más duro se acariciaba, más él cayó en su fantasía hasta que no pudo distinguir si eran los imaginarios labios de Jisung envueltos a su alrededor, o la propia mano de Minho. La presión se construyó y Minho comenzó a mover sus caderas. Intentó establecer un férreo control mientras dejaba escapar un largo siseo.

Cuando su pulgar rozó la punta de su pene, las piernas de Minho temblaron y el aliento quedó atrapado en su garganta. Sintiéndose a punto de explotar, apoyó su espalda contra la pared de la ducha y dejó que la otra bajara para acariciar sus testículos. Una telaraña de excitación hilada alrededor de él mientras apretaba su miembro.

Él gruñó cuando sintió el familiar cosquilleo disparándose por su columna vertebral.

Minho echó la cabeza hacia atrás, gritando el nombre de Jisung cuando cuerdas calientes de semen salieron disparadas y lo golpearon en su pecho y debajo de la barbilla. Golpeó la pared de la ducha mientras su visión se redujo a blanco y negro. Su pene se sacudió violentamente y bombeó más el suelo de la ducha.

Sonriendo para sí mismo por su fantasía, soltó su pene y continuó enjabonándose antes de enjuagarse y luego salir de la ducha. Cuando tomó una toalla para secarse, Minho se preguntó cómo se sentiría Jisung si supiera que el vampiro acababa de masturbarse fantaseando con él.