CANADÁ [𝐅𝐢𝐧𝐧 𝐖𝐨𝐥𝐟𝐡𝐚𝐫𝐝]

13

— ¡NÁ TEACHT GAR DOM!— el aterrado grito de Ciara despertó a Finn en un segundo. (¡No te me acerques!)

— ¿¡Qué pasó!? ¿¡Está aquí!?— dijo atemorizado, ella no respondió.

Estaba sentada en la cama, su cabello cubría su rostro, él se sentó también y la observó, totalmente preocupado.

— Ciara, ¿Estás bien? ¿Que ocurrió?

— Tromluí...— contestó, él frunció el ceño. (Pesadillas...)

— ¿Qué? No entiendo qué estás diciendo— tomó el cabello que no le permitía ver su rostro y lo pasó a detrás de sus hombros, ella lo miró a los ojos, aún manteniendo la cabeza agachada, como si se sintiera apenada.

Finn evidenció cómo aguantaba las lágrimas y comprendió lo que había sucedido.
La tomó de los hombros y la acercó a su pecho, la abrazó con fuerza mientras hundía sus labios en sus oscuros cabellos y depositaba un pequeño beso en ellos.

— Debes ir a terapia Ciara, no podemos dejar que las cosas pasen así tan fácilmente y esperar a que lo olvides.

— Odio los psicólogos— renegó en un susurro mientras escondía su rostro en el pecho del chico.

— Te conseguiré el mejor psicólogo del mundo, para que veas que no todos son iguales y no tengas más pesadillas.

Ciara levantó su rostro y lo miró con atención, detallaba los reciente moretones en sus mejillas, alrededor de sus ojos y sus labios.
Pero a pesar de que su cara estuviera demacrada le transmitía una esperanza que nunca había visto, una seguridad que la llenó por completo, la leve sonrisa que había en sus labios le decían de que todo iba a estar bien, que estando juntos todo iba a estar bien.

— Bésame— le pidió en un susurro, Finn la escuchó pero se hizo el desentendido.

— ¿Qué dijiste? No te escuché— ella frunció el ceño, lo tomó como pudo del cuello de su camisa y de un jalón acercó su rostro al de ella.

— Te dije que me besaras— repitió.

Finn le sonrió y apoyó sus labios despacio sobre los de ella, quien los recibió llena de anhelo; hace mas de cuatro meses que no se sentían de esta manera el uno al otro.
Hace mas de cuatro meses las cosas se habían complicado, la presencia de Oliver, los celos de Finn, la indecisión de Ciara y el nefasto de Eric.
Todos habían puesto de su parte para arruinar la sinceridad que habían construido, pero ¿Que mas podrían perder con volverlo a intentar?

Después de todo, Ciara y Canadá se amaban.

Sus labios atrapaban los del otro, varios cosquilleos se apoderaban de sus cuerpos, Ciara se salió de los brazos de Finn para poder acercarse aún más a él.

Se sentó a horcajadas encima suyo y tomó su rostro en sus manos, el cual acariciaba con delicadeza.

Finn tenía miedo de tomar sus caderas por instinto, no quería tal vez incomodarla y arruinar el momento.
Intentó acercar sus manos a su cabello, pero el imaginar que tal vez Eric le haya hecho lo mismo lo detuvo, realmente no quería tocarla, no quería mantenerle ese mal recuerdo, no quería poner en evidencia su trauma.

Ciara finalmente mordió el labio inferior del muchacho, con total delicadeza, pero igual no evitó que él hiciera una mueca de dolor.

— Lo siento— musitó la chica con una tímida sonrisa.

— No tienes por qué disculparte, lo valió— besó la punta de su nariz, ella se rio por causa de ello— no tienes la menor idea de cómo te extrañé, de estar así contigo.