Prólogo

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Faltaban quince minutos para comenzar a embarcar y Jimin no podía parar de mirar con un deje melancólico el cielo violáceo que cubría la ciudad de Paris.

Los últimos dos años de su vida los había pasado en ese hermoso lugar y, sin duda, habían sido los más intensos hasta el momento.

Regresar a casa siempre era agradable y si además, volvía convertido en lo que siempre quiso ser, la sensación era todavía más gratificante.

Aún así, no podía evitar escuchar esa vocecita en su cabeza que, en ocasiones, le recordaba que apostó y perdió; que lo intentó y fracasó; que arriesgó y no ganó.

Ojalá la distancia consiguiese silenciarla por completo.

Cuando llegó la hora subió al avión.

Cargaba una maleta que además de ropa estaba repleta de pasión, ganas y nuevos sueños pero en tierra dejaba un pedacito de corazón que ya no podía formar parte de su nuevo equipaje.





"Sólo hay una cosa valiosa en el arte: las cosas que no se pueden explicar"

George Braque

PARIS * VMINKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora