⋆ 𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓 𝐇𝐎𝐌𝐄 :: ⸼ ❟ suicidarse e irse por el camino fácil, o sobrevivir pero simultáneamente lidiar con una lucha interna por no convertirse en algo que podría causar daño a las personas a tu alrededor. esa es la verdadera cuestión.
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DICEN, QUE EL DESTINO NO ES UNA CASUALIDAD. Y que en vez de luchar contra él, es mejor seguirlo como la corriente de un río. El destino es sabio para algunas personas, una fuerza que hará que los sucesos más importantes de tu vida, ocurran, y que tú no eliges, si no lo que sea aquello, a tí.
Pero.. ¿qué pasa cuando tu destino no es lo qué quieres?.. ¿luchas contra el? ¿tratas de evitarlo? porque.. al fin y al cabo sucederá de todos modos ¿cierto?..
No había una escapatoria clara cuando el destino ya estaba escrito. Eso le había quedado claro a Hanae cuando escuchó a los militares fuera del edificio.
Tomó la mano de Eunyoo, quién no se quejó, para que corrieran hacia el túnel que el señor An había encontrado al excavar con perseverancia antes de morir. Todos apresuraron sus pasos al oír mas balazos por parte de los uniformados.
Al llegar, bajó junto a Eunhyuk quién le seguía desde atrás.
─¿A dónde vas?.─ detuvo su paso al oírlo hablar con su hermana.
─Hyunsoo.. desapareció.─ respondió la castaña preocupada.
─Yo iré a buscarlo─ dijo, la rubia lo tomó de la mano, para evitar que se fuera.
─Iré contigo.─ mencionó, Eunyoo miró a ambos algo asustada.
─Volveré, no te preocupes.─ le dijo el de lentes tratando de tranquilizar a la de menor estatura, compartió una mirada con Hanae quién sintió un mal presentimiento ─Volveré a salvo..
─¿Lo prometes?..
El castaño asintió, dió una última mirada a su hermana, y junto con Hanae se encaminaron a la salida.
El destino muchas veces puede ser cruel, más de lo que pensamos e imaginamos. Sin embargo, y aunque todo sea estúpidamente contrario a lo que querías, tienes que aceptarlo y vivir con ello. Algunas personas tienes mejores destinos que otras, cada uno diferente al otro, ya sea por las circunstancias o porque simplemente se lo merecían.
Miró a Hyunsoo quién se dirigía hacia la salida, cubierta de blanca nieve.
¿Ahí acababa todo?.
Colocó su fría mano en la contraria, sintiendo como sus ojos se cristalizaban poco a poco, el chico posó una de sus manos en su pequeña cintura, mientras con la otra limpiaba una lágrima que se deslizaba por la mejilla de la chica.
─N-no..─ musitó mientras sentía más lágrimas salir.
─Está bien Hanae.. estoy bien.
─Le prometiste a Eunyoo que volverías..
─Cuando alguien promete algo que es casi imposible de cumplir, hay una gran probabilidad de que termine siendo mentira.─ murmuró.
Alzó la mirada, encontrándose con la de él. El chico posó sus manos en las mejillas contrarias, tratando de memorizar todo y cada detalle del rostro de Hanae.
