°•Experimento•°

Dieciocho.

Kohaku movió un poco su cuerpo aunque sin abandonar la posición que este tenía principalmente, cuando de a poco sus ojos se abrieron se dio cuenta de que estaba mirando hacia la pared del dormitorio, ya era de día de eso no cabía dudas pues aunque su ventana estuviera empapada con los restos de niebla sobre el vidrio algo de luz se filtraba a través de esta y había pequeñas gotitas que se iban deslizando por el vidrio. Se preguntaba que hora era, si no sería de muy mañana todavía o de muy tarde pero esa era la menos de sus preocupaciones y es que había caído en cuenta en el hecho de que se había ido del festival de año nuevo y había dejado a todos sus amigos en este, se fue sin avisar y sin decir nada. Probablemente tendría un montón de mensajes o llamadas perdidas en su teléfono.

Esos pensamientos fueron opacados cuando al removerse un poco entre las sábanas salmón se dio cuenta de que sentía un calor inmenso detrás de ella y algo sujetando su cintura, no tubo que pensar mucho ni removerse pues sabía de quien se trataba.

Con cuidado y de apoco se fue dando la vuelta, una opción era quedarse así hasta que su acompañante decidiera despertar por si mismo mientras ella miraba la pared o como mínimo la ventana mientras la niebla pegada a esta se iba deshaciendo poco a poco o la segunda opción era el darse vuelta y quedar cara a cara con el peliverde encontrandolo completamente dormido, la segunda opción era sin dudas la que se habría paso y la más apetecible, cuando termino de darse la vuelta por completo quedo cara a cara con Senku, él aun estaba dormido con una expresión pacífica en su rostro con su boca dibujada en una fina línea mientras sus mechones rebeldes de cabello delantero caían sobre su rostro.

Se le quedo viendo sintiendo la total calma y silencio que había en aquel ambiente, la respiración tranquila de Senku la podía escuchar junto a los latidos de su pecho que retumbaban en sus oídos, anoche no había sido una noche cualquiera de eso no había dudas, había perdido la virginidad había tenido su primera vez y con aquel chico que llego a su vida sin que ella se lo pidiera pero que aun así estaba agradecida de que lo hubiera hecho, pensar en el como la había acariciado, besado y tratado buscando que ella se sintiera cómoda y disfrutara como nunca en su vida la hizo sentir que estaba entre las estrellas del espacio y no sólo eso le había dicho que lo amaba y que daría todo por protegerlo sin importar que ella le prometió estar a su lado y además lo había visto en una fase que nunca pensó ver en él por primera vez desde que lo conoció se abrió a ella confesando el como se sentía dejando salir todo lo que tenía por dentro toda la culpa que sintió de que la hubieran herido y más junto a las palabras "Te amo" que le dijo cuando dieron por terminada la noche.

Estiró su mano hacia la cara de él y con sus nudillos y dedos le acaricio la cara haciendo a un lado sus mechones de cabello rebelde teniendo extremo cuidado de no despertarle de tan pacifico que se veía en ese instante, posteriormente apoyo su mano completa en la mejilla de él y sólo ahí fue cuando lo sintió removerse y lo vio abrir los ojos de a poco mientras ese rojo carmín se asomaba por aquellas cuencas hasta que se posaron por completo en ella.

-Buenos  días leona- le dijo sonriente en lo que ella apartaba su mano de él- ¿Disfrutabas de la vista? - sonrió -

-Ehh...emm..ah ¡N-no soy una leona!- respondió sonrojada y con el ceño fruncido -

- ¿Segura? Por que anoche demostraste lo contrario - sonrió de costado -

Ella abrió los ojos de par en par y su rostro se puso rojo hasta las orejas.

-¡¡CALLATE!!- grito empujandolo con sus dos manos sin medir su fuerza haciendo que el cayera al suelo arrastrando consigo parte de las sabanas, sólo cuando lo escucho quejarse llevo una de sus manos a su boca - ¿Estas bien? -

Él estaba en el suelo sujetando su cuello por detrás.

- Vaya manera que tienes de arruinar momentos en la mañana ¿eh, leona?- la miro con reproche-