°•Experimento•°

Serpiente.

De los nervios que tenía en ese momento empezó a morderse las uñas estropeandolas e incluso haciendo que uno que otro dedo suyo sangrara un poco. Esta ansiosa y nerviosa a la vez, Gen los había ayudado mucho a ella y a Senku con la inscripción sobre todo en las partes en las que se necesitaban números de documentos etc y por suerte había salido todo a la perfección pero ahora el peliverde se encontraba en la oficina de la directora mientras ella junto a la pareja de enamorados Taiju y Yuzuriha lo esperaban afuera.

-Kohaku-chan...- la voz de la castaña la hizo voltear- ya debemos irnos faltan cinco minutos para que empiece nuestra primera clase- la miro preocupada- y sabes que Argo-sensei no acepta excusas-

-Vallan ustedes sin mi- dijo ella mirando de nuevo a la puerta- yo los alcanzare luego-

-¿Por que estas tan dedicada a quedarte aquí a esperar a Senku?- ella se sobresalto pero no se dio la vuelta- ¿segura de que no nos estas ocultando algo de como que él es tu novio?- Yuzuriha dejo escapar una sonrisa pícara muy pocas veces vista en ella-

-Ehhh....- unas gotitas de sudor bajaron por la cien de Kohaku-

-Kohaku-chan..- sintió la mano de su amigo sobre su hombro- somos amigos desde los siete años así que sabes que puedes contar con nosotros, cualquier cosa que tengas para decir sólo dinosla y te escucharemos- le sonrió y ella le devolvió la sonrisa-

-La verdad es que...- se callo mientras la pareja de enamorados la miraban curiosos- la verdad es que...- empezó a sentirse nerviosa de nuevo, no podía soltar la lengua del gran secreto de Senku. Taiju y Yuzuriha eran dos desconocidos para él y llevaría tiempo para que ellos fueran de confianza para Senku como lo eran para ella, hasta ahora el único que sabía el secreto que Senku y ella guardaban por el propio bien de este era sólo Gen quien había prometido guardarlo bajo llave y no decir nada se podía confiar en él pero según las propias palabras del peliverde no entregaba su confianza a personas así de fácil por lo que por ahora ella tendría que mentirle a ambos jóvenes enamorados hasta que Senku se adapte de nuevo al mundo exterior, les tome confianza a sus amigos y este realmente listo para hablar-

Justo cuando estaba por decir algo sonó el timbre.

-¡Oh,no!- exclamó la castaña- ¡Vamos tarde a clase!-

-Los alcanzo después- dijo la rubia-

Al final la pareja le asintió con la cabeza y se fueron rápidamente a su próxima clase y una vez sola volvió a mirar la puerta.

-Senku...date prisa por favor- dijo a sus adentros en un tono de ruego en su voz mientras mordia la uña y su huella dactilar de su pulgar-

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Senku estaba sentado en frente de una mujer de pelo largo rubio con ondas lacio con unos mechones cayendo sobre su rostro, tenía los ojos de color rojo casi como los de él pero en un tono color vino más oscuro, la mujer tendría alrededor de unos cuarenta años y traía puesta una chaqueta de estilo oficinista color negro al igual que su pantalón y debajo una camisa blanca con un collar Choker de tercio pelo negro con una pequeña estrella gris en este y traía puestas unas gafas rojo claro.

-Bien así que Senku- dijo con su rostro apoyado sobre su mano mientras miraba la pantalla de su computadora- sólo tengo una ultima pregunta para hacerte- lo vio asentir con la cabeza- ¿que te llamo la atención de mi institución?-

Senku trago saliva ante eso. Una parte de su personalidad era siempre ser directo e ir al grano y siempre decir las y dejar las cosas claras pero apenas empezaba a volver a vivir en el mundo exterior después de diez años encerrado en una habitación de cuatro paredes en un edificio construido por un maldito de nombre Ibara.