Escape.

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Él siempre supo que sufriría el rechazo por parte de miles y miles de personas, lo supo desde que su madre y su padre lo abandonaron en las grandes puertas de un orfanato en donde sería visto como un bicho raro no sólo en apariencia sino también por su personalidad cerrada, solitaria, callada y también por su coeficiente intelectual super alto.

En la escuela siempre se sentaba en el penúltimo banco al lado de la ventana y tanto en la escuela como en el orfanato se la pasaba leyendo libros, mayormente de ciencia, química, física entre otras, cada que siempre iva a la biblioteca incluso la misma bibliotecaria lo miro raro y sorprendida la primera vez que lo vio y le pidió que le dijera la sección de libros de ciencia y no la sección de libros infantiles, simplemente así era él, nunca le importo que las personas susurrasen a sus espaldas cada que él pasaba cerca o estuviese sentado bajo un árbol o un rincón haciendo lo suyo siempre  le dio igual y nunca le importo así como nunca le importo saber quienes eran sus verdaderos padres y el porque lo habían abandonado pero al menos se habían tomado la molestia de dejarle un papel con su nombre escrito junto al cesto en el que lo encontró una de las cuidadoras de ese lugar.

"Hola, soy Senku"

Eso era lo que decía aquel papel y como mínimo también se habían molestado en también poner la fecha de su nacimiento, el mismo día en el que fue abandonado, jamás le importo si sería adoptado o no lo único que le importaba era superarse así mismo y llegar a la sima como científico, ganar premios y revolucionar a la humanidad con sus inventos y descubrimientos...lastima que todo eso al final acabaría como un simple sueño por que ahora él sólo estaba en una habitación oscura de cuatro paredes, húmeda, fría y con apenas si una pequeña ventana con barrotes en la que tenía vista hacia un camino rodeado de árboles, tenía unos grilletes amarrados en sus dos tobillos, los brazos cubiertos por vendas las cuales ya estaban griseaseas por la suciedad, estaba flaco y algo desnutrido y apenas si esos bastardos se habían molestado en darle una especie de vestido o bata que le llegaba sobre las rodillas su cabeza estaba agachada mirando hacia el suelo mientras tenía una de sus rodillas flexionadas con su brazo izquierdo reposado en esta.

-¡Oye tú! ¡Fenómeno!- una voz ronca y grave hizo que sus ojos se levantaran para mirar- Ya es  hora de que comas- por una escotilla le arrastro una bandeja con un plato con puré de batata, con una cuchara de plata, un vaso de agua y una manzana roja- Más vale que te apures a tragar todo eso maldita rata por que en un par de minutos te pondrán a trabajar-

Senku sólo se quedo callado sin moverse ni un milímetro.

El hombre al otro lado de la puerta se quedo ahí pegado esperando escuchar las cadenas de los grilletes arrastrándose por el suelo en señal de que Senku había ido por la comida pero nada puro silencio.

-Tú no hablas, ni ríes, ni lloras, ni nada de verdad eres un bicho raro- dijo el hombre- con razón te dejaron en ese orfanato, cualquier padre se desería de un hijo como tú- después de decir esto se retiro-

-¿Crees que no lo se?- dijo una vez volvió a quedar todo en silencio-

Los comentarios de los guardias que trabajan ahí no le afectaban en lo absoluto, cada día esos bastardos aprovechaban cualquier momento para molestarle diciéndole la escoria que era, que era un bicho raro y que sus padres se avergonzaron de él desde que nació y por eso lo abandonaron ¡Ja! como si eso le llegase a hacer daño él había pasado siete años de su vida en un orfanato en el que incluso las "madres" que trabajan ahí lo miraban raro y después otros diez años lo paso sirviendo como rata de experimentos en aquel lúgubre lugar, era un edificio alto de un total de seis pisos lo más grande de aquel lugar era el laboratorio con el que hasta llego a encariñarse por más raro y loco que eso suene, aun recordaba el día en el que fue "adoptado" por Ibara y sus subordinados.

°•Experimento•°Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora