Dulceria De Luque »wigetta«

Capitulo X

Cierra los ojos dejándose llevar por el sueño que no siente el golpe que le da su tía con el periódico.

—Te he dicho que no te recargues en la caja registradora.

—¿Eh? Sí lo siento.

Abrió los ojos y se estiró.

—Hoy vienes muy dormido. ¿No descansaste acaso?

—No, Guillermo a estado estudiando por lo que me quedo ayudando.

—Espero que a estudiar, soy muy joven para ser abuela.

Río bajo y nego, solo le ayuda mediante videollamada, por lo que supone que su cuerpo ya reclama un descanso.

Observo alrededor del negocio, el día hoy no había mucha gente, por lo que su única distracción era acomodar la mercancía pero ya había acabado, lo único que quedaba era hacer inventario pero su tía había dicho que ella lo haría más tarde.

La campanita sonó, avisando la entrada a una persona. Su lobo aulló en cuanto el olor de su Omega llegó a su nariz. Por instinto inhaló profundamente para llenarse.

Duraznos.

—Buenas tardes, ¿Tienen gomitas con forma de panditas?

La suave voz de Guillermo lo arrulla como ninguna y de alguna forma u otra pareció iluminarse con solo verlo. Todo rastro de sueño despareció de él. Su tía lo noto y se rió.

Asintió sonriendo.

—¡Porsupuesto cariño! Ven, ven. Hay más variedad

Su tía se levanta y comienza a empujarlo hacia los estantes de gomitas. Siente tristeza de verlo irse con su tía. le fue doloroso estar sin él el fin de semana. Su lobo reclamaba a su pareja.

Después del celo de Guillermo habían decidido hablar con los padres del Omega, por lo que ya vivían juntos como pareja.

Su presencia en el departamento ilumina cada rincón, que por cierto ya estaba siendo modificada. Ya sabía que el Omega era aficionado a los video juegos, pero no pensó que tanto. Aún así los días con él, eran buenos.

Sin embargo estaba preocupado, ya que desde hace días atrás su adorado Omega había estado con ascos y poco apetito, por lo que habían acordado que cuando regresará irían al doctor.
Samuel se hacía una idea, pero no quería adelantarse.

—¿Sería algo más?—pregunta al cliente este niega, por lo que prosigue a cobrar, al momento de  tomar una bolsa para colocar los dulces, su tía grita por lo que no sabe si debe preocuparse—. Que tenga un buen día.

Se despidió del cliente, observo a su tía venir feliz con Guillermo atrás quien lucía sonriente.

—Hoy voy a cerrar temprano. Samuel ya te puedes ir.

—¿Qué?

—Anda, ya recoge y vete yo me encargo de cerrar.

—Bien— no iba a desaprovechar esto, tomo sus cosas y se acercó a Guillermo, esté le sonrió y el lobo de Samuel se sintió orgulloso de estar enlazado con él—. Vamos...

—Cariño, ¿Quieres comer algo en especial?

—A ti.

Guillermo rió bajo y negó. Se acercó a él, rodeando su cintura con su brazo. —Te extrañe demasiado, Omega.

—Y yo a ti, alfa.

—¿Te parece si vamos al departamento? Puedo cocinar yo.

—Eso me encantaría.

~•~
Perdonen la demoraaa

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❤️ Lacris-Stylinson