Capitulo IX

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Guillermo.

Su respiración es tranquila, o al menos está tratando de mantener la calma. Había despertado solo en la cama, y por un momento se alarmó al no ver al alfa pero lo sentía cerca, así que se levantó de la cama, ignorando su dolor para no sentirse penoso.

Tras darse una ducha sale de la habitación, sintiéndose mejor.

—¿Cómo te sientes Omega?

Es lo que escucha cuando entra en la cocina y ve al alfa de espaldas, su estómago gruñe bajo cuando el olor a comida entra por su nariz.

—Estoy bien—Sonrie mientras se adentra más para tomar asiento en una de las sillas.

Todo su atención está en el alfa quien está sirviendo su desayuno, observa en la mesa, hay fruta picada, hay leche y jugo servidos en vaso. Parpadea un par de veces. Sus sentimientos ahora están flotando intensamente, el alfa voltea en su dirección, ve la sonrisa con la cual lo recibe y no puede evitar el remolino en su estómago. Su rostro se calienta y sabe que está sonrojado.

Intuitivamente lleva una mano a su cuello, sintiendo bajo sus dedos la mordida. La mirada del alfa va hacia su cuello.

—La responsabilidad es mía. Siento llevarme por el impulso— tomo el plato que este le extendía.

Guillermo espero alguna respuesta de su lobo, pero este estaba tan fascinado con el lobo de Samuel que solo nego.

—Es de ambos, si no mal recuerdo yo te pedí que me mordieras...

La culpa que siente no es de él, y le hace dudar ¿Acaso no lo quería morder? Siente como si el alfa se estuviera avergonzando de  haberlo hecho, ¿Acaso esta arrepentido?

Suspira profundamente, sintiéndose triste ahora, su Omega se remueve en su interior.

Quizás tenga la culpa, quizás el alfa no quería nada  más serio, y él había persuadido al alfa. Y lo hace querer llorar por qué él siente que Samuel es su destinado, pero tal vez no fue mutuo.

¿Y si resultó ser pareja falsa?

—Podemos romper el lazo si no estás conforme. Me hará mal pero puedo conseguir un alfa que me sustituya tu mordida— Guillermo habla pero Samuel lo interrumpe con un gruñido que lo hace temblar.

—Nadie más, solo yo— los ojos del alfa están obscuros, todo su aura demanda ser territorial.

—Solo decía...

Habla bajito tratando de no alterar más al alfa.

—Soy tu alfa ahora y eso me hace feliz, por qué eres mío. Pero lamento haber mordido antes de haberte cortejado como deber de ser.

El Omega se sintió más aliviado de escucharlo.

—Samuel...

Comenzó a hablar pero el alfa lo detuvo.

—Willy, Mi lobo te adora y está que derrocha  de orgullo por estar enlazado contigo, yo también te amo, soy feliz de tenerte en mi vida...

No puede evitar sonreír y llorar al mismo tiempo. El alfa lo ama, es mutuo. 

El alfa se levanta y camina hacia él, lo siente abrazarlo.

—Estaremos bien, Omega. Voy amarte, mimarte y hacerte sentir dichoso.

—Tambien te amo.

~•~

Recuerden que va a hacer una historia corta, por lo que ya quedan pocos capítulos.

Agradezco la oportunidad que le están dando a esta historia, me hacen muy feliz

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♥ Lacris-Stylinson

Dulceria De Luque »wigetta«Where stories live. Discover now