Capitulo VII

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Su alfa gruñía de orgullo y satisfacción cada que veía al Omega ya sea por un momento que iba a la dulceria.

Sentía el olor más fuerte, aparte de que también le estaba costando separase de él. En realidad sabía por qué el Omega tenía el olor más fuerte.

Lo único que quería era gruñir cuando un beta o un alfa se acercaba a él.

Su alfa y él estaban de acuerdo en que nadie más tenía derecho a olerlo, tan solo quiere apartar a todos y gruñirles para hacerles saber que era su Omega.

Sonreía bobamente al verlo entrar, sus ojitos brillaban y su tía lo había notado y por lo que tuvo los siguientes días a su tía alrededor de él con sus intensas indirectas para que le confesara lo que está sucediendo, tal vez debería pero quería mantener la relación por unos días en secreto, aunque ahora era mucho más notorio lo que sucedía.

En las noches salía con Guillermo a pasear, lo invitaba a cenar o solo se quedaba de ver en algún lugar, aunque sea por un momento para poder abrazarlo y dale unos cuantos mimos, ya que el Omega estaba en examenes por que no podían verse durante el día y aunque eso entristece a su lobo y a él ya que se había acostumbrado a su cercanía, a su delicioso olor a duraznos. Pero aún así solía llevarle gomitas a pesar de que el Omega ya hubiera comprado en la tarde, por que ya había conocido dónde vivía el Omega.

Este día había recibido un mensaje de Willy dónde se disculpaba por que hoy no se verían. Tan solo suspiro y le contesto que no había problema, por que aunque el quisiera estar con el Omega, debía comprender lo cansado que debe de estar.

Su tía lo noto pero esta vez no había dicho nada ya que había aparecido su pretendiente, está vez se habían escapado a la bodega, Samuel había optado por poner una hoja de papel a la pantalla donde mostraban lo que las cámaras grababan, por seguridad y por su salud mental, no quería pensar lo que esos dos iban a hacer, parecían adolecentes. Aunque se alegraba por su tía, como ya lo había dicho anteriormente.

Su celular sonó y sonrió bobamente al ver de quién provenía la llamada. Por lo que con la sonrisa aún presente en su rostro respondió la llamada.

—¿Samuel?

Frunció el ceño al oír una voz desconocida.

—Soy yo ¿Quién habla? ¿Por qué tienes el celular de Guillermo?— gruño bajito y el chico de la llamada soltó un grito demasiado agudo. Lo escucho carraspear.

—Soy Raúl, he, lo que sucede es que Guillermo acaba de entrar en calor y hay un caos aquí, así que si te apresuras en llegar, me ayudaría.

—¿Qué dices?

—¿Estás sordo? He, no... Perdona. ¡Solo ven, no puedo con tanto! Willy a estado llamándote. ¡Ni te atrevas!— y la llamada se cortó, por lo que parpadeo un par de veces tratando de entender.

Celo, Omega, peligro.

Tomo las llaves y su celular. Observó la tienda y solo había un cliente en ella, gruño, no podía simplemente salir así, su tía lo mataría. Por lo que se acercó al cliente.

—¿Le puedo ayudar?

—Oh, si por favor. ¿Tienes bolsas de esas grandes que tienen dulces combinados?

Negó, si los tenía pero en la bodega y no iba a entrar ahí.

—No lo siento, me llegarán mañana, si gusta puede venir en la tarde, si le molesta voy a cerrar y...

Movió las manos en señas de que saliera, el cliente parpadeo pero se dirigió a la salida. Samuel comenzaba a irritarse por lo que camino rápido. Cuando la persona se fue, cerro la tienda con llaves, que su tía lo perdonará por dejarla ahí encerrada, aunque estaba seguro que tenía copias de la llaves. 

Se subió al auto de su tía y arranco hacia la universidad.  Nadie iba a tocar a su Omega y si lo hacían pagarían las consecuencias.

~•~

Próximo capítulo su esperado Smut

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❤ Lacris-stylinson

Dulceria De Luque »wigetta«Where stories live. Discover now