Alyssa

12 | Official surrender

[ 𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 𝗱𝗼𝗰𝗲 ]
𝘙𝘦𝘯𝘥𝘪𝘤𝘪𝘰𝘯 𝘰𝘧𝘪𝘤𝘪𝘢𝘭

     LA PRINCESA se encontraba en su recamara mientras terminaba de arreglar su cabello y ponían un poco de maquillaje en su rostro.
   Habían llegado hace cinco horas al castillo, al igual que la noticia que los dejo sorprendidos.

—Princesa—unos toques en la puerta se hacen presentes—El rey de Francia esta a una hora de llegar.

—Gracias Joseph

— Caius Volturi se encuentra en la sala principal, a la espera de su presencia.

— En dos minutos estoy con el—agradece y se levanta del tocador, agradece a su acompañante y tras una pequeña reverencia camina hacia la salida.

— A la orden su majestad.

— Pensé que yo te acompañaría al trono—Kalus camina hacia ella con las manos en la espalda—Dejenos solos por favor— hacen una reverencia antes de salir de ella habitación.

   La pelinegra voltea hacia el terminando de acomodar su largo vestido, recibiendo una sonrisa de Joseph, quien tras un gesto del vampiro sale del dormitorio.

   La chica sonríe saliendo del cuarto caminando por los extensos pasillos.

— Un pequeño obsequio de victoria—le extiende una caja pequeña negra con un listón dorado con brillos a los extremos

—Klaus—se detiene girando en su dirección—No debiste molestarte Williams

— Vamos Alyssa, es un gran logro, después de tres años finalmente terminaste esto—sonrie enternecido al ver los labios de la chica formar una sonrisa.

—Gracias—lo abraza por el cuello sintiendo un beso en su frente y la manos del vampiro rodear su cintura.

—¡Querida!—abre los ojos al escuchar esa voz, se aparta del vampiro y sonríe grandemente caminando hacia ellos.

—Aro—hace una reverencia siendo correspondida de igual manera—Que gusto verte

—No faltariamos a este evento por nada del mundo—su sonrisa se borra al ver al rubio junto a ella—¿Y tú quien eres, que intenciones tienes con la princesa?

— Las mejores—sonrie al no recibir respuesta alguna.

—Bien, eso espero Klaus—Caius palmea su hombro.

— Nos agradas más que el otro vampiro.

[...]

   Se detiene lentamente uniendo susano, cierra alos ojos unos segundos antes de levantar la mirada, como sus hermanos le habían enseñado, unos pasos se colocan justo a ella obligandola a voltear