Alyssa

21 | welcome

[ 𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 𝘃𝗲𝗶𝗻𝘁𝗶𝘂𝗻𝗼 ]
𝘴𝘦𝘢𝘯 𝘣𝘪𝘦𝘯𝘷𝘦𝘯𝘪𝘥𝘰𝘴

        LOS REYES DE RUMANIA se encontraban en la cocina conversando con Esme y Alice, la menor sonreía fascinada analizando cada detalle del vestuario de Marena, la rubia portaba unos pantalones de vestir y una blusa blanca con botones de color negro y botas altas del mismo color, y su esposo; Oliver, se encontraba a su lado mirándola con atención y una sonrisa de oreja a oreja junto aquél característico brillo que tenían sus ojos cuando ella estaba presente con su brazo rodeando su cintura.

   Alyssa sonríe al recordar cómo la joven solía ponerse roja cuando se encontraba en la misma situación alos atrás, aparta la mirada girando sobre sus pies en dirección a la terraza, viendo a su hermano mayor voltear de reojo al escuchar sus tacones acercarse.

—Hola Edy—coloca su mano sobre su brazo.

—Hola bonita—sonrie de lado volteando unos segundos hacia ella.

—¿Cómo estás, Carlisle menciono algo?

— Rosalie la está preparando—junta sus manos— le insistí a Carlisle de no hacerlo, de intentar hacer una cirugía para sanarla, lo hizo y encontró una opción, pero su corazón no es tan fuerte para soportarlo.

—¿Por qué esa oposición a que sea como tú, como nosotros?

— Sabes lo que pienso respecto a mi alma. No quiero ser un mounstro por quitarle su humanidad. Es tan extraño—baja la mirada a sus manos, comenzando a jugar con sus manos.

   Coloca su mano sobre su espada intentando tranquilizarlo, sin embargo el fuerte grito de Bella hizo que la tensión en sus músculos aumenté y toda la casa guerde silencio.

   Había comenzado su transformación.

    Alyssa toma el brazo de Edward acercándolo el su dirección, rodea su cuello con ambos brazos sintiendo como su hermano mayor se aferraba a ella con dolor, pudo leer sus pensamientos y saber cuánto sufría al escucharla.
   Todos sabían a la perfección que ese dolor era agonizante, quemaba cada parte del cuerpo.

—Ella estará bien—acaricia su cabello con suavidad.

   Carlisle aparece en la sala junto a Rosalie, la chica se sienta en el sillón individual en total silencio, escuchando los gritos de la humana y si corazón latir con demasiada velocidad.
   El mejor cierra los ojos unos segundos,  era asombroso el autocontrol que tenía para detenerse una vez que prueba la sangre humana, su esposa se acercaba el dejando caricias en sus brazos.

—Carlisle—voltea hacia Marena—¿Has pensado en poner morfina? Eso disminuirá su dolor.

—Ha comenzado su transformación, no estoy seguro si funcionará—una mueca se forma en su rostro dando una mirada rápida a Edward, era difícil escuchar los gritos del amor de su vida.