Sexomnia // Ashton Irwin

05

Próximo objetivo: Que Ashton beba hasta quedar inconsciente. Sí.

−Vamos, otro −le dije y reí.

−Es mucho Nari... Todo me da vueltas −rió.

− ¡Chicos! −ellos rápidamente voltearon a vernos−. ¿Quién opina que Ashton tome otro?

−Vamos, wey, otro −dijo Michael.

− ¡Eh,fondo! −Calum se unió a la conversación.

Ashton tomó la botella y se sirvió más tratando de sostenerlo y que no tirara el contenido.

− ¡Fondo, fondo! −gritó Luke, y todos en el bar comenzaron a gritar lo mismo.

Ashton acercó la bebida a su boca y tomó todo el líquido en un solo trago haciendo una ligera mueca, todos comenzaron a aplaudir.

−Ashton, ¿Cuantos dedos ves aquí? −pregunté mostrándole dos dedos.

−38... No espera, son 101... ¡Como los dálmatas!

Oficial; Ashton estaba totalmente ebrio. Sonreí.

−Chicos, Ash y yo volveremos al hotel −anuncié y asintieron con la cabeza.

Calum sonrió pícaro.

Rodé los ojos, tomé la mano de Ashton y salimos del bar. Eran apenas la 02:00 de la madrugada, pero noo era mucho problema, ya que el hotel estaba muy cerca.

− ¿A dónde vamos? −preguntó.

−Al hotel.

– ¡Genial, siempre quise ir a narnia! -reí.

–No Ashton, no a Narnia, al hotel.

–Oh, ¿porqué? ¡No seas aburrida Narissa!

–Bieen, iremos a narnia.

−Wiiii.

Llegamos al hotel y subimos a nuestra habitación. Al entrar lo primero que hice fue besarlo.

Quería tener sexo con Ashton despierto, pero duro, y quizás borracho sería la solución. Pero creo que si lo pienso bien, es inútil y será como si estuviera dormido, porque esta borracho y tal vez mañana ni lo recuerde.

Nos besábamos desesperadamente y acariciábamos nuestros cuerpos. Nuestra temperatura subía de poco a poco.

Ashton me empujó al colchón y se posicionó encima de mí sin aplastarme.

Me quito la camiseta y yo me encargué de hacer lo mismo con su playera y su pantalón quedando solo en bóxer.

−Lindas tetas −dijo pasando su enorme mano por encima de mi sujetador y después me lo quitó−. Lindas y grandes tetas.

Su boca ahora estaba en mi seno derecho succionándolo, mientras que el otro lo masajeaba con su mano.

Los gritos, los gemidos y los jadeos de ambos, eran lo único que había en la habitación.

−Ashton... Dios mío, me vuelves loca.

−Así es, nena. Gime mi nombre... –siguió acariciandome y beso mi cuello.

−Oh, Ashton si, oh mierda... Entra en mi ahora, por favor.

−Mierda.

− ¿Qué?

−No tengo un condón.

−Pídele uno a Calum.

Se separó de mí y salió por la puerta sin importarle estar solo en boxer, a los pocos minutos volvió.

− ¿Ya llegaron?

−Sí, aquí está −me mostró el condón.

Se bajó el bóxer liberando su masculinidad y la vistió... si ustedes me entienden.

Se aventó hacia a mí y no tardó en penetrarme.

Dentro y fuera una y otra vez sin piedad.

Los movimientos de Ashton eran impresionantes, espero que podamos repetirlo muchas veces más.

Incluso más que cuando está dormido...