Sexomnia // Ashton Irwin

21

Aún quedaba aproximadamente una hora para llegar a Sídney, habíamos pasado el tiempo viendo películas en netflix desde el celular de Ashton, pero estaba comenzando a aburrirme.

Estaba concentrada en la película cuando Ashton pausó la película y me miró.

– ¿Narissa?

– ¿Qué pasa, bebé? –lo miré también y acaricie su mejilla.

–Bueno, aún falta algo para que lleguemos, así que estaba pensando en que podríamos ir al baño y... ya sabes.

Intenté no reír y negué levemente.

–Estás loco, Ashton –dije mirándolo mientras soltaba una pequeña risa.

–Vamos Nari, por favooooor –hizo un puchero mientras tomaba mi mano.

No podía creerlo, ¿que pasó con el Ashton inocente que yo solía conocer?

–Alguien puede escucharnos...

–Seremos silenciosos –levantó ambas cejas y río poco.

Después de pensarlo unos segundos lo miré asintiendo y accedí.

–Ve al baño, iré en unos minutos para que no sospechen.

–Bien –rió y besó mis labios para después levantarse y dirigirse hasta el baño.

Esperé algunos minutos y me levanté para ir donde Ashton, Michael me vio y levantó las cejas varias veces sonriendo sin mostrar los dientes. Le mostré mi dedo miedo y el rió.

Comencé a caminar hasta el baño y escuché un "Que se diviertan" de parte de Michael desde lejos. Rodé los ojos mientras abría la puerta del baño.

Entré y al segundo sentí unos brazos rodeándome por la cintura. Ashton aseguró la puerta y comenzó a besarme mientras ambos reímos contra los labios del otro.

Me acorraló contra la pared sin dejar de besarme y acarició desde mi cintura hasta mi muslo, bajando por mi trasero dejando un apretón en este.

–Estaba pensando... que podrías hacerme... una mamada... –dijo besando cortamente mis labios entre sus palabras.

–Como ordene mi rey –reí leve a la vez que mordí suavemente su labio inferior e hice que se sentara encima del inodoro, bajando la tapa, obviamente.

Bajé sus pantalones junto a su bóxer y vi su erección mordiéndome el labio inferior.

Tomé su miembro con mi mano derecha y comencé a moverlo de arriba abajo repetidas veces con lentitud.

Ashton jadeó un poco mientras yo comencé a hacerlo más rápido. Pasé mi pulgar por su glande para después acercarme más a el y comenzar a pasar mi lengua por toda su longitud.

Lo metí en mi boca para succionar un poco la punta y después seguí chupando, él tomó mi cabello mientras hizo una coleta con este.

Debía admitir que se sentía bien si yo hacía esto mientras él estaba despierto, y estoy segura de que así lo disfrutaba más.

Seguí chupando su miembro mientras que con mi mano acariciaba sus testículos y parte de su erección.

–Dios, Narissa –dijo ahogando un gemido–. Mírame.

Lo obedecí y levanté la mirada sin dejar de chuparlo, se veía malditamente sexy gimiendo, mierda.

Después de unos minutos más, se corrió dentro de mi boca y tragué su semen sonriendo. Él sonrió también.

Me quitó los jeans seguido de mis bragas para después sentarme en sus piernas, penetrándome a la vez.

Ahogué un gemido al sentirlo dentro de mi, él hizo lo mismo mientras me tomaba de la cintura para hacer que diera suaves movimientos circulares.

Me acerqué a besar su cuello y soltó pequeños gemidos.

–Tienes que ser silencioso –dije riendo levemente para después comenzar a dar pequeños saltitos encima de él.

Comenzó a mover su pelvis contra mi, haciendo más presión en mis caderas, gemí casi inconscientemente.

Busqué sus labios rápidamente y lo besé con desesperación mientras me correspondió de la misma manera.

Seguimos moviéndonos al compás del uno al otro por algunos minutos más hasta que ambos llegamos al orgasmo.

Me recargué en su hombro mientras respirábamos pesadamente y tratábamos de calmarnos, dejé un pequeño beso en su mentón y de mi boca salió un "te amo". Él sonrió y me respondió que el también lo hacía.

Nos levantamos para después vestirnos, cuando íbamos a salir, Ashton abrió la puerta y una azafata se encontraba ahí, apunto de tocar la puerta.

Mordí mi labio inferior nerviosa y tomé la mano de Ashton para comenzar a caminar lejos de ahí riendo un poco.

Volvimos a nuestros asientos y ambos soltamos una pequeña carcajada. No hace falta mencionar que todos se nos quedaban viendo con muecas desagradables.

–Eso fue divertido –dijo Ashton mientras me miraba sonriendo.

–Sin duda alguna, pero también fue vergonzoso –le sonreí de igual forma y me recosté en su pecho.

Esta sería una buena anécdota para contarle a nuestros futuros hijos... cuando tengan la edad suficiente, claro.

¿CREYERON QUE YA NO HABRÍA SEXO? ( ͡° ͜ʖ ͡°) ( ͡° ͜ʖ ͡°)