Narra Luke.
-No te sientas mal.- Dijo dando palmadas a mi pecho y entrando a la casa.
Seguí parado en la entrada de la casa mirando el exterior aún con mis ojos bien abiertos y mi respiración dificultosa.
Maldita mentirosa.
Ella está con el, ______ aún está con él.
Se aprovechó de mi, y yo como estúpido pidiéndole perdón por pensar de ella otra cosa, cuando en realidad yo tenía razón, ella es una...una puta.
Cerré los ojos y suspiré pesadamente sintiendo como los pasos de _____ se aproximaban a la sala.
-Ross!
Me giré para ver como ella caminaba hacia él y le besaba sonoramente la mejilla.
Miré hacia otro lado, simplemente no podía, los celos me comían por dentro.
Y lo más cómico es que ¿Somos algo? No.
No somos absolutamente nada, y nunca lo seremos . Ella me lo había dejado bien claro.
______. se dió cuenta de mi presencia y se mordió el labio nerviosamente.
Mentirosa, eso es lo que es.
Le dije lo que sentía por ella, perdí mi orgullo por ella, tratando de arreglarlo todo, cuando la muy desgraciada tenía novio!
-Luke el...-
-Si lo se.- Hablé seriamente mirándola con odio.- Pero tranquila, los dejaré solos así pueden hacer todas sus estupideces de noviesitos.
Miré al rubio que se encontraba detrás de ella con una sonrisa en la cara. Apreté mis puños y lo miré con furia.
Dirigí mi vista a _______, vi su ceño fruncirse lentamente mientras abría la boca para decir algo, pero la interrumpí.
-No hace falta que digas nada.Los dejaré solos.- Dije dándole una sonrisa falsa.
Caminé rápidamente por las escaleras para dirigirme a mi habitación y así no tener que verles las caras en todo el día.
Simplemente no lo entendía, creí que era diferente, creí que tal vez, sólo tal vez podríamos llegar a ser algo mas ella y yo.
Pero creo que nunca terminas de conocer realmente a una persona.
Llegué a mi cuarto y me dirigí hacia la ventana.
Observe el cielo, sin ninguna nube, totalmente azul.
La tormenta ya pasó.
Me recosté en mi cama mirando al techo.
Suspire pesadamente.
¿Desde cuando una chica me hacía sentir de esta manera?
-¿Que carajo me pasa?- Dije pegando mi cabeza a la almohada.
Y me puse a pensar.
Nose pero siento que algo me falta, o algo se me esta olvidando.
Me levanté de la cama y camine lentamente al baño cuando paré en seco en la puerta.
Mis labios se entre abrieron y abrí mis ojos.
Matt!!!
Corrí hacia la mesa de noche y tomé mi celular marcando el numero de Matt.
Me estaba poniendo nervioso.
La ultima vez que lo vi estaba en el bar.
Y yo lo dejé sólo.
Estúpido.
El dijo que caminaría, pero no llegó a casa.
Carajo.
Mi pie golpeaba repetidamente contra en suelo y mi respiración se aceleraba al igual que mi corazón. Si le llega a pasar algo...
-Lukeeeeh!.- Escuché la voz de Matt al otro lado de la linea y sonreí.- ¿Como dices que te va?
Mi sonrisa se borró y mi ceño se frunció.
-¿Matt? ¿Estas borracho?.
Separé mi teléfono de mi oreja y lo puse en altavoz para poder escuchar mejor a Matt.
-¿Queeee?¿Yo? Naaaah.- Respondió riendo.
Está borracho.
Suspire y cerré mis ojos.
Genial otro problema más.
-Escucha.- Dije tomando mi chaqueta negra.- ¿Donde estás? Iré por ti.
Escuché varios sollozos al otro lado del teléfono.
-Yo...no lo se.- Respondió sollozando.
Puse mi teléfono entre mi hombro y mi oreja mientras me ponía mis zapatillas.
-Bien. Solo dime...- Suspire.- ¿Que es lo que ves?
Busqué con la vista mis lentes de sol.
-Hay niños y...- Escuché su risa.- Y un señor gordo.
Puse los ojos en blanco y negué con la cabeza.
-¿Y que mas ves Matt?.- Le pregunté lo más paciente posible. Era como hablarle a un niño.
-Hay unos columpios y una cosa roja grande.
Frunci mi ceño y me volví a sentar en la cama.
-Matt estas en un parq...olvídalo. No te muevas de allí oíste?
Me levanté de la cama buscando mis llaves mientras esperaba la respuesta de Matt.
-Okydoki.- Respondió seguido de escuchar varías risas de niños a su alrededor.
Puse los ojos en blanco denuevo y colgué el teléfono.
Tomé las llaves de mi auto y me dirigí al parque más cercano.
