Narra Luke.
Nuestra ropa caía de a poco, mis manos tocaban cada centímetro de su cuerpo y me encargaba de besar sus labios repetidamente.
Sus manos acariciaban lentamente mi abdomen, arrancando de mi garganta varios gruñidos.
Besé su cuello de la forma más lenta que podría haber. Sus ojos estaban cerrados y su boca entre abierta.
-Te amo.- Susurró de forma rápida.
Mi estómago dio un pequeño vuelco.
Mis oídos aún no se habían acostumbrado a oír esas palabras salir de su boca.
Tome sus su cintura y la lleve hasta la cama, sin dejar de besar su cuello.
Nuestros cuerpos estaban completamente desnudos y solo una fina capa de sudor los cubrían.
Me acomodé en medio de sus piernas y besé su frente, nariz, mejilla y por últimos sus finos labios.
-Luke...- Pronunció mi nombre con su boca pegada a la mía.
-¿Que sucede?- Pregunté separandome sólo un poco de ella.
Pero sin embargo no escuche ninguna respuesta de su parte. Solo se limitó a besarme y alzar sus caderas, haciéndolas rozar con las mías.
Sin decir ninguna palabra me introduje en ella de un solo empujón.
Sus dedos se clavaron en mi espalda y cerró sus ojos con fuerza.
Besé sus labios y comencé a moverme mientras sus gemidos se quedaban atrapados en mi boca.
Sus manos, que anteriormente estaban en mi espalda, subieron a mi cabeza y tiraron de mi cabello con algo de fuerza.
Un gruñido salió de mi garganta y seguí moviéndome dentro de _____.
Besó mi cuello delicadamente.
Era impresionante como con un solo roce podía hacer que todo mi cuerpo estuviese a su disposición.
Sus labios subieron a los míos y los mordieron.
Apreté su muslo y ella gimió.
-¿Alguna vez lo imaginaste?- Habló con dificultad.
Me moví más lento.
-¿Que cosa?- Dejé de moverme por un segundo y acaricié su pierna.
-Esto...- Suspiró.- Hacer que llegue tan lejos.
Besé su frente.
-La verdad es que jamás pensé que podía llegar a ser un niñero.- Reí.- Pero de no ser por eso no te habría conocido.- Sonreí y acto seguido ella me abrazó.
Aún dentro de ella la abracé por la cintura he hice que nos sentábamos en la cama, quedado ella encima de mi.
-No quiero que mis padres vuelvan nunca.- Dijo riéndose.
Tragué saliva duramente.
Créeme hermosa, yo tampoco.
Dejé descansar mi cabeza en su pecho, mi respiración seguía siendo agitada al igual que la de ella.
-Creo que será mejor que vallamos a dormir.- Dije besando por encima de sus pechos.
Ella asintió y lentamente se quitó de encima mío.
Me dió un último beso en los labios y empujó mis hombros , haciendo que mi espalda choque el colchón.
Tomé sus brazos y la obligué a que se acostara encima mía.
-Gracias _____.- Dije acariciando su cabello, sintiendo su respiración pausada en mi cuello.
-¿Por qué?- Respondió de forma perezosa y con sus ojos cerrados, apuntó de quedarse dormida.
Suspiré y fije mi mirada en el techo de la habitación.
-Por todo.
Y seguido de eso, cerré mis ojos y me dispuse a dormir, al igual que la hermosa persona que descansaba en mi pecho.
