"Dulces sueños princesa"

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Capítulo III

—¿Por que mierda aún no mejora?—inquirió la pelinegra preocupada, limpiando sus heridos cuidadosamente

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—¿Por que mierda aún no mejora?—inquirió la pelinegra preocupada, limpiando sus heridos cuidadosamente.

—Tiene el pulso débil.

El chico se encontraba medianamente bien o eso creía las dos chicas que se especializaban en medicina, él gritaba de dolor cada vez que se le hacía posible, ya que algunos aveces se ahogaba con su propio aire.

—Para que genere pulso, necesita respirar bien pero Clarke necesitamos averiguar qué mierda tiene en el pecho. Eso no se ve bien. Quizás es eso que le está causando dolor

—Ellos le pusieron eso y gracias a eso sobrevivió.

—Pero no está mejorando.

—Tampoco empeorando

Las dos chicas se miraron profundamente queriendo intimidar con la mirada pero Atenea no tenía ganas de pelear, estaba sumamente preocupada por el, por su amigo.

—¡Vuelve a dormir!

Dijo una chica que estaba en el piso de abajo de la nave, Atenea se levantó para ir hacia ella pero Clarke la detuvo mientras le negaba con la cabeza.

—No vale la pena A, solo acuéstate en el otro extremo de él y yo aquí, ¿si?

—¿Crees que voy a poder dormir?—dijo algo alterada

—No y yo tampoco podré, Pero en verdad no sé qué podemos hacer, necesito a mi madre. —suspiró

Clarke subió la mirada para ver a Atenea, quien se sintió algo mal por escuchar eso.

—At..

—Clarke, no importa, ¿si? Solo déjalo—la interrumpió—lo importante esta acá, algo en mi  me dice que tú puedes con esto, nosotras podemos con esto.

—Silencio!

—¡Vayan a dormir carajo!

Cada vez se unían más voces de los adolescentes haciendo callar a las dos chicas, Atenea ya se estaba cansando de eso. Quería darles un buen golpe a cada uno para que las dejaran tranquilas.

—No los oigas Jasper, sobrevivirás a esto,¿si?—Clarke, acaricio el rostro del chico

—Iré por agua, vigílenlo. Cualquier cosa me avisan si pasa algo—dijo la pelinegra que se ponía de pie y caminaba hacia la escalera.

Asintió Monty y Clarke quienes se veían que estaban cansados.

Atenea mientras bajaba escuchaba los gritos de dolor de Jasper que la hacían temblar, en verdad lo único que quería es que él estuviera bien, su mente y alma solo se mantenía en él pero su cuerpo no, estaba muy cansada pero eso no le iba a impedir ayudar.

Salió de la nave dirigiéndose hacia un contenedor de metal lleno de agua, pero algo la distrajo, otro grito pero no era la de Jasper, era de otra persona. Atenea se dejó guiar por los gritos para averiguar quien era, si es que corría peligro o no.

𝐓𝐇𝐄 𝐆𝐎𝐃𝐃𝐄𝐒 𝐎𝐅 𝐖𝐀𝐑 || Bellamy Blake Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu