• CAP 23 (#2) •

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TH.

Abrí los ojos lentamente y los volví a cerrar, todo estaba en silencio y había una temperatura normal. Era acogedor, muy acogedor. Volví a abrir los ojos pero esta vez más rápido, me sobresalté al notarlo, no me había dado cuenta. Estaba en mi casa. ¿Por qué estaba en casa?

No me acuerdo de nada, solo de que estaba atado a una silla y...nada más.

Salí de la cama y me miré al espejo, luego miré mis muñecas, seguían un poco moradas y rojizas. Luego, salí de mi cuarto y llegué a la cocina, donde había alguien.

Ambos cruzamos miradas por unos segundos, no pude evitar llorar y me lancé a abrazarlo.

— J-Jimin...Jimin... — decía mientras acariciaba su pelo y espalda.

— Taehyung... — era lo único que decía el rubio. No podía creer que Jimin estuviera aquí, pensé varias veces si esto era un sueño, pero no. Park Jimin, mi mejor amigo y compañero de vida, estaba en mi cocina haciendo café.

Nos separamos del abrazo y nos sonreímos.

— Taehyung, cuanto me alegro de ver que estás bien, simplemente no puedo...no puedo. — dijo mientras unas lágrimas caían por sus mejillas.

— Jimin-ah...yo también me alegro de verte, pero...¿Y los demás? ¿YoonGi, está bien? — dijo el moreno secandole las lágrimas.

— Si...el a ido a comprar comida, ahora volverá. — Por alguna razón su voz sonaba triste y rota.

— Jimin-ah, ¿Dónde está Jungkook? — al decir eso, el rubio tembló y se puso nervioso.

— Yo... — La puerta se abre y se deja ver a un alfa vestido de negro, lo miré sonríendo y este abrazó.

Jimin se acercó y abrazó al alfa mientras lo miraba con ojos llorosos.

— ¿No se lo has dicho...verdad? — Al igual que Jimin, su voz también era triste.

— ¿Decirme el que?¿Qué está pasando? — contesté nervioso.

Jungkook está grave en el hospital... — dijo el alfa quitándose el tapabocas, dejando ver unas marcas de golpes en esta.

Taehyung notó como su corazón se paró durante unos segundos y su respiración se cortó, se balanceó y perdió el equilibrio.

— ¿Taehyung?¡TAEHYUNG! — El alfa se agarró al omega antes de que cayera al suelo.

El omega seguía en blanco, solo había algo en su cabeza.

¿Por qué?

¡TAE! — El omega reaccionó y miró a sus amigos descompuesto.

— ¿P-Por qué?¿¡POR QUÉ JUNGKOOK ESTÁ EN EL HOSPITAL!? — Su voz del omega era desgarradora.

— El...tuvo un accidente. — Susurró Jimin a punto de llorar.

El alfa frunció el ceño al recordar ese dichoso y horrible momento. — El recibió un disparo en la zona del estómago. — dijo serio. El omega lo miró descompuesto y salió de la cocina corriendo.

— ¡HEY! — El omega corrió detrás de él pero no pudo alcanzarlo. — ¡TAE!

— Déjalo Jimin, ya sabemos dónde está... — dijo agarrando al omega del brazo.

— Pero YoonGi... — dijo llorando — Luego vamos a por el... tranquilo. — el alfa abrazó a su omega.

TH.

Me dolía el corazón, me dolían las piernas y el aire me faltaba pero, no me importaba nada. No sabía que había pasado el día anterior o cuántos días llevaba Jungkook en el hospital, ¿Por qué le habían disparado? ¿Que había pasado? ¿Y por qué yo no tenía ninguna herida?

No entiendo nada.

El cielo empezó a cubrirse de nubes grises, dando lugar a una lluvia fría. Dejé de correr ya que no podía seguir corriendo, estaba cansado y muy mareado.

Seguí caminando un rato más hasta que llegue a la puerta del hospital, entré y pregunté si podía ver Jungkook.

— Por favor señorita, déjame ver a mi pareja. — Le supliqué una y otra vez.

La mujer se negó a dejarme pasar, pero un rostro familiar apareció detrás de la chica.

— Tae, cuánto tiempo ¿Cómo estás?

— Ah, hola Hwasa, estoy bien gracias — contesté.

— Ven un segundo. — Me acerqué.

— Ven conmigo, te llevaré con Jungkook. — Me susurró.

— ¿¡ENSERIO!? — Grité. — SHHHH, No grites tonto. — Me agarró del hombro y me guío por un pasillo.

— Hwasa, no sé cómo agradecerte esto. — Le dije llorando.

— Tranquilo, Jungkook me ayudó hace tiempo, no me debes nada — Golpeó suavemente mi espalda.

— ¿Es aquí? — Pregunté nervioso y a punto de llorar. — Pasa, yo me encargo de todo. — Asentí y abrí la puerta lentamente, luego la cerré detrás de mí. Mi corazón iba a mil por hora, no sé cómo iba a estar Jungkook, me dolía todo.

Empecé a dar pasos lentos y asomé la cabeza, encontrándome con un Jungkook mirando por la ventana. Mis ojos se llenaron de lágrimas, el estaba lleno de moretones y tenía un montón de vendas en la parte del estómago.

— ¿Jung...kook? — dije al borde del llanto. Movió su cabeza hasta encontrarse con mi mirada, no pude más y me puse llorar.

JK.

Me acababa de despertar, había una temperatura normal, estaba lloviendo, me dolía todo. ¿Estoy en el hospital? Pregunté para mi mismo. ¿Cuanto tiempo llevo aquí? De repente llegaron a mi cabeza todas las imágenes de lo que pasó. ¿Cómo estaban los demás? ¿YoonGi?¿Jimin?....¿Tae?

Unas gotas de sudor frío empezaron a caer por mi frente, me estaba agobiando mucho, tenía calor, mucho calor. Hasta que...

— ¿Jung...Kook?

Moví mi cabeza y vi a un ángel empapado con los ojos llorosos.

Kim Taehyung estaba apoyado en la pared de entrada a la habitación del hospital, despeinado y llorando como un bebé. No pude evitar sonreír y llorar a la vez.

Taehyung estaba a salvo.

Continuará...

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